Finalmente,
el PP ha decidido sancionar, por igual, a los dos relevantes cargos que, hace algunos meses, protagonizaron sus correspondientes escándalos en dos de los partidos regionales más poderosos, los de Valencia,
Ricardo Costa, y de Madrid,
Manuel Cobo. El primero por no resignarse a ser el chivo expiatorio del
Caso Gürtel en la Comunidad valenciana y empeñarse en seguir siendo secretario general pese al anuncio de destitución de la "general secretaria",
Dolores de Cospedal. El segundo, por haber arremetido en unas declaraciones periodísticas contra
Esperanza Aguirre, cuya actitud sobre la elección de Rato para la presidencia de Caja Madrid calificó "de vómito".
Esperanza Aguirre, por cierto, ha mostrado radical resistencia, por lo menos, a esta última sanción, y ha recordado que "no hay sanción porque no se ha reunido el Comité de Conflictos" que es imprescindible para que cualquier militante pueda tener sanción. No ha sido el Comité de Conflictos, sino el
Comité Nacional de Derechos y Garantías, el que ha propuesto esas dos suspensiones de militancia, durante un año. Manuel Cobo y Ricardo Costa, aunque están suspendidos cautelarmente de militancia desde hace tres meses, disponen ahora de 15 días para presentar sus alegaciones y lograr la rebaja del castigo. Y sólo una vez que venza el plazo, el Comité Nacional de Derechos y Garantías se volverá a reunir y los instructores de ambos expedientes dictaminarán, a tenor de las alegaciones que ambos hayan formulado, qué sanción definitiva se les impone, que, por lo que indican las fuentes consultadas, será de un año o de menor duración.
La suspensión de militancia de Cobo no afectará a ninguno de los cargos que ostenta en el Ayuntamiento de la capital: vicealcalde de Madrid y portavoz del PP. Eso sí, ya no podrá participar ni votar en los órganos internos del partido, como es el caso del Comité Ejecutivo Nacional, del que forma parte. Y por lo que se refiere a Ricardo Costa, que recurrirá la sanción, fue el primero en recibir esta sanción cautelar, el pasado 29 de octubre, por su "actitud" después de realizar unas declaraciones en las que se atribuía aún la condición de secretario general cuando ya había cesado de su cargo por orden de Génova, tras unas informaciones que mostraban su cercanía a uno de los cabecillas del trama Gürtel,
Álvaro Pérez El Bigotes. "Creo que, como militante, como secretario general -dijo entonces en una actitud de clara resistencia a lo que dice Madrid--, es importante que la dirección nacional ratifique la gestión del partido en estos años, ratifique mi gestión como secretario general y también ponga en valor mi honradez como militante, como ciudadano y como secretario general", al tiempo que reclamaba ser escuchado por Génova lo antes posible después de haber cesado en el cargo.
Finalmente, Costa fue escuchado durante una hora por el Comité de Derechos y Garantías el pasado 19 de noviembre, tras lo cual colaboradores suyos afirmaron que se sentía "bien, contento y tranquilo". Precisamente el mismo día que el Comité de Garantías del PP suspendió a Costa de militancia citó también a Manuel Cobo por unas declaraciones que realizó durante una entrevista a el diario El País en las que entendía que "es de vómito lo que personas cercanas a Aguirre hacen con
Rato", "Nunca vi tanta hipocresía", fueron algunas de sus afirmaciones. Esta entrevista y la ratificación posterior de sus palabras por parte de Cobo, provocó que el Comité de Garantías del PP de Madrid pidiera la apertura de un expediente disciplinario a Manuel Cobo. Petición que fue atendida por
Fernández Mañueco quien, no sólo citó al vicealcalde para el 4 de noviembre, sino que también pidió la comparecencia de la presidenta del Comité Regional,
Cristina Cifuentes, para que "si lo consideraba oportuno, explicara los fundamentos de su iniciativa".
Una vez que el Comité de Garantías escuchó al vicealcalde, acordó suspenderle de militancia "con carácter cautelar", mientras se tramita el expediente disciplinario y "sin que tal medida prejuzgue el resultado de este, ni suponga vulneración de la presunción de inocencia", añadía el comunicado en el que se anunció la decisión.
Ahora, de manera "salomónica" -los dos al mismo tiempo y ambos con la misma sanción-, el PP pretende dar por concluidas las dos crisis. Las aguas han vuelto a sus cauces y cada cual se preocupa ya de las elecciones del año que viene, en las que el PP aspira a mantener posiciones en sus feudos... No es tiempo de querellas interiores sino de una piña contra los enemigos externos.