El presidente de Estados Unidos Barack Obama quiere proponer una congelación del gasto durante tres años que representa una sexta parte del presupuesto federal, una decisión encaminada a apaciguar la creciente preocupación de los votantes sobre el déficit pero cuyo impacto real será nulo.
Para atacar un déficit de US$1,4 billones, la Casa Blanca va a proponer una congelación de tres años en el gasto discrecional no relacionado con el Ejército, los veteranos, la seguridad interior y los asuntos internacionales, según altos cargos de la Administración. También quedarán inmunes grandes programas sociales como la Seguridad Social y el programa de asistencia Medicare.
La congelación afectaría a US$447.000 millones de gasto, el 17% del total del presupuesto federal, y probablemente sería superado por el crecimiento en las áreas respetadas de gasto discrecional. Está diseñado para ahorrar US$250.000 millones en la próxima década.
Los cargos de la Administración dijeron que el recorte no se impondrá a todas las partidas. Algunas áreas sufrirían los recortes mientras que otros, incluyendo educación e inversiones realizadas con creación de empleo, se incrementarían.
Entre las áreas que pueden sufrir potencialmente recortes están los departamentos de Vivienda y Desarrollo Urbano, Justicia, Energía, Transportes, Agricultura y Salud y Servicios Sociales.
"No estamos aquí para decir que hemos resuelto el déficit, pero hay que tomar decisiones para poner el gasto bajo control", dijo un alto cargo.
La congelación del gasto, que se espera que sea incluido en el discurso del Estado de la Unión del miércoles y en la propuesta presupuestaria del presidente el 1 de febrero, forma parte de una serie de pequeños ajustes de la Casa Blanca para adaptarse a un entorno más negativo en su segundo año. El lunes, el presidente anunció un paquete de propuestas para hacer más asequible la sanidad para niños, el colegio y el cuidado de ancianos.
Obama también propondrá la creación de una comisión del déficit para buscar potenciales soluciones a medio y largo plazo --una decisión para intentar ganar apoyo bipartidista para lo que pueden ser impopulares subidas de impuestos y recortes de gasto.
La propuesta presupuestaria será bienvenida en algunos sectores. El lunes, cuatro miembros de un grupo de demócratas que están a favor de la disciplina fiscal escribieron a Obama sugiriendo que aplique una congelación muy similar a la que planea. "Se necesitará hacer más, pero creemos que esta congelación en gasto discrecional no relacionado con la defensa es un buen paso para empezar", escribieron.
John Makin, economista del conservador American Enterprise Institute, dijo que el esfuerzo "es ciertamente un paso en la dirección correcta". Dijo que la cantidad no es grande, pero añadió que prefería eso a una subida de impuestos.
Un año después de que la Casa Blanca desplegara ambiciosas iniciativas en salud y energía, además de un gigantesco plan de estímulo fiscal, el presidente está dando ahora pasos más pequeños. Esto se debe en parte a que gran parte de su agenda todavía está por hacer. Y también porque en un año de elecciones legislativas, los miembros del Congreso se muestran reacios a enzarzarse con propuestas controvertidas.