Primero, el presidente autonómico,
José María Barreda, se negó. A continuación, el ministro del ramo, el de Industria,
Miguel Sebastián, dijo que no era competencia del político manchego sino del Estado. Se recrudeció así ayer lunes esta batalla por los residuos nucleares. Sobre todo después de que Yebra, por su cuenta, haya dado el 'ok' para su instalación. Los intereses económicos han primado en el tema.
Pero el punto fundamental está en la respuesta airada de José María Barreda, que aseguró que las declaraciones del ministro Sebastián, quien recordó que las competencias sobre el Almacenamiento Temporal de Residuos (ATC) son del Estado, son "poco afortunadas" porque "insinuar que el presidente de la comunidad autónoma no tiene nada que decir sobre una decisión importante que afecta a mi comunidad, en cualquier caso, es una torpeza".
Y lanzó un desafío al ministro de su colega socialista
Zapatero: "Soy el representante elegido por la mayoría de los ciudadanos, y que tengo el compromiso de defender y procurar el beneficio e interés general de Castilla-La Mancha, y por tanto eso lo haré, merezca la opinión que le merezca al ministro de Industria".
El PSOE critica a Sebastián: guerra total
No se ha quedado callado el partido implicado, el PSOE. En el seno de Ferraz y en el grupo parlamentario tienen claro que tanto las declaraciones del ministro "son absolutamente inapropiadas".
Y es que Sebastián no quiere tener en cuenta la autoridad del gobierno regional castellano-manchego, ya que considera que el Congreso decidió "por unanimidad" que acoger el ATC es "una decisión municipal y lo que opine el señor Barreda no tiene ninguna importancia".
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