"El burka no es bienvenido en la República francesa", remachó, por lo que apostó por debatir una posible prohibición de la prenda musulmana tras las elecciones regionales de este año.
El dirigente galo anticipó ante el Congreso que esperaría a las conclusiones de la comisión parlamentaria que analiza la posible prohibición del velo integral en lugares públicos. La intención de Sarkozy es lograr "el máximo consenso posible", aunque ya matizó que, por su parte, el burka "no es bienvenido en la República francesa".
En este sentido, denunció que el burka no se corresponde "con la idea que Francia tiene de la dignidad de la mujer", según informaciones de 'Le Figaro'. De hecho, lo calificó como "un signo de esclavitud". "No podemos aceptar en nuestro país mujeres prisioneras, alejadas de toda vida social, privadas de toda identidad", agregó.
Las autoridades calculan que varios centenares de mueres llevan velo integral, pero la posibilidad de prohibir este tipo de prenda se ha elevado en Francia a asunto político de primer orden, en el marco de un contexto más amplio acerca del debate identitario y la integración de los inmigrantes.