Griñán tiene prisa para ser ‘ungido’ líder y candidato andaluz
El que no tiene dudas de que quiere ser cartel electoral es
José Antonio Griñán, el ‘heredero’ de
Manuel Chaves de la presidencia de la Junta de Andalucía. El hecho de que todavía no haya sido convocado un Congreso Extraordinario (se especula con que será para después del verano) para elegirle secretario general y candidato electoral le ha irritado y le ha llegado a crear fricciones con Chaves. Y es que, lógicamente, el nuevo presidente autonómico tiene prisa, no solo para remodelar su Gobierno sino también para hacer una Ejecutiva a su medida con la que afrontar las todavía lejanas elecciones autonómicas -se convocan junto a las generales- con su liderazgo consolidado.
Algunos dirigentes andaluces interpretan que Griñán no las tiene todas consigo y teme que en Ferraz le hagan alguna ‘pirula’ y decidan apostar
in extremis por una mujer para las autonómicas (¡atentos a Rosa Aguilar!). El nerviosismo del cuartel general del PSOE viene fundado al ver cómo en algunos sondeos publicados estos meses el sempiterno candidato del PP,
Javier Arenas, les pisa los talones. La gran ventaja de Griñán -o del candidato/a que decidan- , sin embargo, es el holgado colchón electoral que le ha dejado Chaves, con una mayoría absoluta que los socialistas están muy seguros de que no les va a costar revalidar.
Cospedal, un serio ‘peligro’ para Barreda en Castilla- La Mancha
Pero hay otras Comunidades Autónomas que están en la preocupación más inmediata de los socialistas. La primera, Castilla-La Mancha, en donde sube enteros
María Dolores de Cospedal, la candidata del PP, cuya popularidad ha crecido espectacularmente desde que fue nombrada por Rajoy secretaria general del partido. Las encuestas de Génova les dicen que tienen a su alcance una victoria frente al socialista
José María Barreda.
Asturias, un relevo demasiado tardío
La otra Comunidad que podría peligrar para los socialistas es Asturias, en donde un desgastado
Tini Areces va a dejar paso por fin a
Javier Fernández, secretario regional del partido, al que se le puede haber ‘pasado el arroz’ por no haber hecho el relevo a tiempo como cartel electoral. La incógnita que queda por despejar es si en el PP apuestan por el histórico
Francisco Álvarez Cascos -como a él le gustaría aún a sabiendas de que tiene fuertes enemigos internos- para asegurarse la victoria.
Valencia, un hueso duro de roer pese al Gürtel
Caso aparte es Valencia en donde el PSOE-PSPV lo sigue teniendo muy crudo pese a la losa del caso Gürtel, del que por lo que se ve aún quedan por escribirse muchas páginas. Allí, pocos son los que creen que el socialista
Jorge Alarte pueda con el rival del PP, sea quien sea.
Francisco Camps está ‘casi’ muerto, políticamente hablando. Pero en el caso de que Rajoy decidiera apostar con
Rita Barberá el panorama no cambiaría para Alarte, casi empeoraría. El Ayuntamiento valenciano, entonces, podría mantenerse en manos de los populares arrastrado por la impronta dejada por la emblemática alcaldesa.
El ‘efecto’ Rosa Díez y la debacle de IU
Por si fuera poco, ambos partidos, no solo el PSOE, tienen que contar con la ‘amenaza’ de UPyD, el emergente partido de
Rosa Díez, que puede darles algún que otro disgusto, aunque al final debido a la ‘perversa’ ley electoral, no consiga asentarse en todos los lugares en donde se presenten. Pero el simple hecho de que les ‘robe’ unos cuantos votos podría hacer inviable que uno de los dos partidos mayoritarios gobiernen en solitario en importantes municipios y quien sabe si también en alguna comunidad.
Ya lo hizo en las elecciones vascas logrando un diputado, Gorka Maneiro, y luego en las Europeas, en las que UPyD consiguió también un representante,
Francisco Sosa Wagner.
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Pero también hay que contar con lo que ocurra con IU. La coalición de izquierdas, que estrena coordinador general, atraviesa como siempre por una situación convulsa y nada apunta a que en las próximas citas electorales vaya a remontar el vuelo, sino todo lo contrario. Y aunque bien es verdad que las encuestas muchas veces se equivocan, a veces aciertan.