"Eso es lo que se está llevando a las empresas por delante", señaló Díaz Ferrán en declaraciones a Onda Madrid, donde aseguró que la se han buscado soluciones crediticias a lo largo de todo el año para intentar evitar el cierre de Air Comet.
De hecho, señaló que los propios accionistas ofrecieron incluso avales personales para conseguir esos créditos y que tanto él como su socio llegaron incluso a hipotecar su casa para intentar salvar a la compañía. "Llega un momento en que no puedes hacer más, es imposible", lamentó.
Admitió que la situación de la empresa es "desgraciadamente muy dura y complicada", y aseguró que la dirección lleva dos años luchando para salvar a la compañía y los empleos con unos 143 millones de otras empresas del grupo. "Es absolutamente imposible inyectar más", señaló, tras explicar que esta opción podría pondría en peligro puestos de trabajo de otras empresas.
Reconoció que la situación se ha vuelto "desgraciadamente irreversible", ya que la sentencia de un juzgado de Londres obligaba a detener la venta de billetes y a paralizar los aviones, mientras que la ley obligaba a presentar un ERE para garantizar que los trabajadores cobren al menos los 20 días por año trabajado que les corresponden.
Aún así, aseguró que la empresa sigue haciendo esfuerzos para poner al día las nóminas de los trabajadores y que cuando consigue acumular unos 100.000 o 200.000 euros los dedican plenamente al pago de las nóminas pendientes. "No sé si podremos inyectar algún recurso más a la compañía para poder pagar, pero los 20 días los cobran seguro", aseveró.
Pide disculpas
Finalmente, aprovechó para pedir "miles de disculpas" a todos los viajeros afectados por el cierre de Air Comet y agradeció el esfuerzo llevado a cabo por los trabajadores de la compañía, por Aviación Civil y por el Ministerio de Fomento, que está intentando dar soluciones a todos afectados.
"Soy el primero en lamentar enormemente la situación", señaló Díaz Ferrán, quien consideró que el problema "más grave" en estos momentos es la situación de los pasajeros y los 600 trabajadores que se quedarán sin empleo. "Es sinceramente lo que más me tiene apenado y lo más duro", añadió, tras lamentar que todos hayan hecho un esfuerzo, empresarios, accionistas y trabajadores, que al final "no ha sido posible".
Continuará al frente de la CEOE
Por otra parte, Díaz Ferrán ha insistido en que no abandonará la presidencia de la CEOE. Recordó que los que tienen que decidir si sigue en el cargo no son "ni los periodistas, ni los médicos ni los funcionarios, ni los partidos políticos", sino que son los empresarios, que ya le mostraron su apoyo el pasado 16 de diciembre, cuando puso su cargo a disposición de la junta directiva.
"Hubo auténtica unanimidad y me dijeron que de ninguna manera podía dejarlo", señaló, tras resaltar que los miembros de la patronal le aseguraron que estaban "encantados" con su gestión. "Mientras eso siga así no me voy a ir de la CEOE", añadió.