El Gobierno no quiere cuestionar la Presidencia del líder de la gran patronal,
Gerardo Díaz Ferrán, que se enfrenta a gravísimos problemas financieros; y ello pese a que el Ejecutivo ha tenido que actuar en la quiebra de Air Comet trasladando a los viajeros que esta empresa de Díaz Ferrán ha dejado tirados, lo que costará a los españoles más de seis millones de euros.
Pero ante la apertura, en enero, del diálogo social, el Gobierno se muestra muy cauto con la CEOE, que ha cerrado filas con Díaz Ferrán, y le sigue considerando un interlocutor válido: "Como presidente de la CEOE, el Gobierno respeta escrupulosamente la independencia de las organizaciones empresariales para decidir quiénes son sus máximos representantes". En enero hay que impulsar el diálogo social y por el empleo, con "respeto y colaboración mutua", dijo la vicepresidenta primera,
María Teresa Fernández de la Vega, al término del Consejo de Ministros.
Respecto a las dificultades del entramado empresarial de Díaz Ferrán, especialmente sobre Air Comet o Viajes Marsans, De la Vega se ha limitado a decir que el Gobierno vigilará que los derechos de los trabajadores no se vean vulnerados y que los pasajeros Air Comet puedan volar cuando antes.
Pasando de encuestas
Más allá de las dificultades del líder de la CEOE, la vicepresidenta primera ha restado valor real a las encuestas que indican que el Partido Socialista se hunde y el PP le aventaja en cinco puntos: "No es hora de encuestas, sino de trabajar", dijo la vicepresidenta, para quien, no obstante, "el gobierno comparte el sentir de la preocupación de los ciudadanos". El gobierno, según De la Vega, es consciente de las dificultades que atraviesan muchas familias, pero confía en las posibilidades de la economía española y las medidas puestas en marcha.
He aquí su valoración: "Somos conscientes y compartimos las preocupaciones de los ciudadanos y por eso hemos adoptado medidas que en parte han permitido paliar los efectos de la crisis. Además, hemos volcado gran parte de los esfuerzos en la protección de las personas más desfavorecidas, y también contamos con algunos datos sobre que se está frenando la destrucción de empleo". Es decir, que el año que viene irán mejorando los indicadores económicos.
Balance triunfal
En ese punto, y a insistencia de los informadores destacados en Moncloa, la vicepresidenta hizo un balance un tanto triunfal sobre la acción del Gobierno en este dificilísimo 2009: "Este año ha sido difícil, pero desde el minuto cero el gobierno ha estado haciendo frente a la situación", con un plan de choque para frenar y otro para recuperar la situación.
Según De la Vega, que, en realidad, adelantaba el contenido de lo que el propio presidente del Ejecutivo, Rodríguez Zapatero, dirá el próximo día 30 en rueda de prensa en Moncloa, "hemos hecho todo lo que había que hacer", según habría reconocido la comunidad internacional, "con una prioridad: proteger a las personas que se han visto más afectadas por la crisis… que esta crisis no la paguen quienes no la han originado, los trabajadores".
Por tanto, "el análisis que hace el Gobierno es de una gestión razonable en una situación de dificultad". En definitiva, que "el trabajo que se ha hecho ha sido razonablemente positivo en un año difícil".
Por otro lado, la vicepresidenta ha arremetido contra uno de los indicadores que, según las encuestas, preocupan mucho a los españoles: la corrupción. "Elevamos la voz contra la corrupción", dijo, "que no tiene color político, venga de donde venga, es de tolerancia cero". Tras calificarla de "lacra deleznable", afirmó que en 2010 se le pondrá cerco para su erradicación.
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