Los consejos de administración de Unicaja y de CajaSur aprobaron ayer , en sesiónes extraordinarias, la asunción íntegra del plan de reestructuración elaborado por Boston Consulting Group como "cuerpo básico de referencia del proyecto de fusión" de ambas entitades.
Unicajasur deberá dar un importante tijeretazo a su red de oficinas y a su plantilla. Así lo dicta el plan estratégico de negocio elaborado por Boston Consulting Group, que fue aprobado ayer por los consejos de administración de Unicaja y CajaSur. «Ambos consejos declaran la asunción íntegra del plan de reestructuración como cuerpo básico de referencia del proyecto de fusión», anunció la entidad malagueña en un comunicado pactado entre ambas que recordaba, una vez más, que la «viabilidad del proyecto queda condicionada a las adecuación, certeza e irreversibilidad de las ayudas solicitadas».
El citado informe hace descansar la viabilidad de la operación en dos pilares: las ayudas solicitadas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria -casi 1.000 millones de euros- y la «gestión de sinergias» que se deben conseguir con la fusión. Dichas sinergias, cifradas en 800 millones de euros, residen por un lado en el ahorro de costes laborales y de gestión y, por otro, en el crecimiento del negocio que debe surgir de la unión de fuerzas de ambas cajas.
Según las fuentes consultadas, el 20% de las casi 1.500 sucursales que suman las dos entidades tendrá que echar el cierre, es decir, 290. Para llegar a esta cifra, el informe de Boston Consulting Group recoge las oficinas que ambas entidades ya tenían previsto cerrar independientemente de la fusión -el 7% del total-, a lo que suma otro 13% adicional formado por las sucursales susceptibles de solapamiento. Entre éstas estarían las 54 que CajaSur tiene en Málaga y las 34 de Unicaja en Córdoba.
Costes laborales
El exceso de costes laborales se cifra en el plan estratégico de negocio en casi 1.300 empleados: 1.003 corresponden a la plantilla de las propias entidades -aproximadamente 750 de CajaSur y 250 de Unicaja- y más de 250, a sus grupos de empresas. El propio comunicado que pactaron ayer ambas entidades advierte: «No podrá cerrarse un acuerdo laboral de fusión que no garantice y obligue fehacientemente a la consecución de sinergias de costes de personal recogidas en el Plan Boston Consulting Group». Eso no será óbice, según prosigue la nota, para «alcanzar un acuerdo laboral que concite la máxima adhesión posible entre la representación de los trabajadores de ambas cajas».
Y es que el plan de negocio no entra en cómo o cuándo tiene que ejecutarse la reducción de personal que propone. «No tienen por qué ser despidos. Se pueden plantear prejubilaciones, bajas incentivadas o una reducción de sueldos; eso se pactará en la mesa laboral», insisten fuentes de Unicaja.
En este sentido, los sindicatos pidieron ayer la convocatoria inmediata de dicha plataforma de negociación. No obstante, según la Ley de Cajas no es obligatorio que el acuerdo laboral forme parte del proyecto de fusión que deberán aprobar los consejos y las asambleas de ambas entidades, así que podría retrasarse hasta después del nacimiento oficial de Unicajasur. Lo que sí tiene que quedar definido en el proyecto de fusión son los órganos de gobierno transitorios y los estatutos de la nueva caja, por lo que los representantes de ambas entidades deberán reunirse próximamente para perfilar estos aspectos.