Los uruguayos acudían este mediodía a votar bajo la lluvia y pronósticos de fuertes tormentas en el segundo balotaje de la historia del país, para definir si José "Pepe" Mujica, favorito según las encuestas, o Luis Lacalle sucederán en el gobierno al presidente Tabaré Vázquez.
La jornada electoral se inició gris y húmeda, pero ello no fue obstáculo para que Mujica y el propio Vázquez -ambos del Frente Amplio y tradicionales votantes "tempraneros"- acudieran a emitir sus sufragios en sus sedes electorales correspondientes rodeados de una gran cantidad de simpatizantes.
La lluvia caída en algunas zonas del interior del país que hace varios días están anegadas -en especial en el litoral norte- hizo que debiera aplazarse el inicio de los comicios en la zona, confirmó el ministro de la Corte Electoral Edgardo Martínez Zimarioff.
El funcionario confirmó además que 38 mesas de votación (de un total de 6.870) fueron trasladadas a lugares de libre acceso para permitir la elección, ya que se encontraban en lugares inundados.
Asimismo, siete helicópteros están afectados al traslado de votantes que se encuentren en zonas complicadas para desplazarse por tierra.
La Dirección Nacional de Meteorología emitió esta madrugada un "alerta naranja" a partir de las 18 (las 17 en la Argentina), lo que implica que se esperan fuertes precipitaciones, granizadas, tormentas eléctricas y vientos de entre 75 y 120 kilómetos por hora, factor que podría dificultar los festejos populares que se aguardan para esta noche una vez que se conozca el resultado electoral.
Las elecciones se celebran entre las 8 y las 19,30, aunque en algunas zonas que demoraron la apertura por las condiciones climáticas podría postergarse el cierre, confirmó Martínez Zimarioff.
Están habilitados para votar 2.563.397 ciudadanos, que son asistidos por 48.451 funcionarios electorales en medio de un sistema de seguridad del que participan 3.000 policías, la mitad de ellos en Montevideo.
Este es el segundo balotaje de la historia uruguaya -el primero fue en 1999, entre los colorados Jorge Batlle y Luis Hierro -a la postre triunfadores- y los frenteamplistas Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa, quienes lograron finalmente imponerse en los comicios siguientes, los de 2004, en primera vuelta.
Mujica -conocido popularmente como "el Pepe"- se presentó a votar con su habitual buen humor y estilo descontracturado y coloquial a las 8.05 en el barrio El Cerro, cerca de la chacra en donde vive.
El candidato del oficialista Frente Amplio, cuya victoria auguran todas las encuestas incluso por márgenes de ocho puntos porcentuales, estuvo acompañado por una gran cantidad de simpatizantes que lo ovacionó y concitó la atención de al menos un centenar de periodistas locales y de varias partes del mundo.
Algo similar ocurrió con el presidente Vázquez, quien a cuatro meses de abandonar el gobierno goza de una popularidad de 70 por ciento, una marca inédita en la historia uruguaya.
El mandatario evitó confirmar si alguna vez intentará volver al gobierno, y al salir fue saludado con emoción por gran cantidad de simpatizantes que le gritaban "que vuelva, que vuelva".
El candidato del Partido Nacional, Lacalle, cumplió desde hora temprana los "ritos" que acostumbra observar en jornadas electorales: desayunó con periodistas en su casa, recorrió locales electorales para saludar y agradecer el trabajo de las autoridades de mesa y almorzó con su familia.