Por este motivo, el alcalde de Santander,
Íñigo de la Serna, el presidente regional,
Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo,
José María Mazón, han realizado una visita al barrio en compañía también de Yolanda Fernández, representante de la asociación de vecinos.
Pese a que Revilla y De la Serna se han mostrado satisfechos y optimistas por la progresiva remodelación del barrio, la representante vecinal ha dado una visión distinta, ya que aunque ha asegurado que los vecinos ven de forma "
positiva" las actuaciones realizadas, hay otro tipo de problemas que se han agudizado, como los problemas de aparcamiento o la inseguridad ciudadana debido sobre todo a la existencias de pequeños puntos de venta de droga que no han desaparecido aún. Así, para Fernández, este acondicionamiento del barrio es como poner
"una alfombra de lujo sobre los problemas que hay por debajo".
Pese a ello, tanto Revilla como De la Serna han destacado de forma muy positiva las actuaciones que se están realizando. El alcalde, preguntado ante los medios, explicó que las actuaciones realizadas han consistido en hacer una nueva pavimentación completa con granito y en la acometida procesos de renovación urbanística al semipeatonalizar algunas calles interiores. Por otro lado se han renovado los servicios, se ha hecho una nueva red de abastecimiento, y queda pendiente, aunque está hecha la obra civil, que las empresas suministradoras de energía eléctrica, gas y telefonía entierren el cableado, con lo que habrá un adelanto estético en el barrio. Estas actuaciones han afectado a las calles Ruamayor, Ruamenor, Cuesta del Hospital, San Pedro, Limón, Santa María Egipciaca, Garmendia y Rampa Sotileza, además de tres tramos de las calles Alta, Emilio Pino y Monte Caloca.
Por su parte, Miguel Ángel Revilla recordó el compromiso del Gobierno de recuperar este barrio tras los "
terribles" derrumbes del año 2007.
"Dije que el Gobierno colaboraría para transformar este lugar, un punto negro absoluto dentro del centro de la ciudad, con actuaciones de rehabilitación y de mejora de este espacio y así lo estamos cumpliendo", afirmó.
Además, Gobierno de Cantabria y Ministerio de Vivienda, con la participación del Ayuntamiento, han incrementado las ayudas del Área de Rehabilitación Integral (ARI), con un máximo de 6.000 euros por vivienda, y la comisión mixta del Cabildo ha propuesto un Área de Rehabilitación Urbana (ARU), mediante el cual, y con las aportaciones de las tres administraciones citadas, los vecinos podrían tener viviendas nuevas de protección oficial a un precio de entre 30.000 y 35.000 euros. Se trataría, indicó Revilla, de una inversión pública "
muy importante" para que las viviendas sean "
absolutamente asequibles".
El presidente subrayó que las actuaciones que se acometerán "van a transformar radicalmente esta zona, que va a pasar de ser inhóspita y de mala imagen, un punto negro de la ciudad, a perfectamente habitable, un barrio más de la ciudad, bien pavimentado, limpio, moderno y habitable". En este sentido, reiteró su satisfacción porque, a la vista del proyecto de urbanización, la zona "ya empieza a ofrecer una aspecto que dentro de poco será espléndido" y se convertirá en "una de las más bonitas de la ciudad".
Actuaciones pendientes
Por otra parte, el alcalde anunció que los vecinos están valorando una propuesta de la comisión mixta "muy singular": iniciar un proceso de rehabilitación irbana que permita a lso veicnos decidir si quieren rehabilitar sus edificios o tirarlos y edificar de nuevo, para lo que podrían ser realojados mientras dura el procesos
También quedan actuaciones para realizar en el ámbito social como es el Centro Integral de Juventud, que estará finalizado a finales de año, y que supondrá que por primera vez se introduzca en el barrio un componente social asociado a los jóvenes donde se cree actividad cultural y de ocio, y que "va a contribuir a que el barrio vaya cambiando la cara no sólo desde el punto de vista urbanístico sino también social".
El alcalde concluyó asegurando que "queda mucho trabajo por delante", pero que ha tenido una especial atención por parte del Ayuntamiento. "Seguiremos trabajando mano a mano con la asociación de vecinos intensamente".
Los vecinos, no tan satisfechos
Frente al optimismo de Revilla y De la Serna, los vecinos sostienen otro punto de vista. Aunque la representante vecinal manifestó que el proyecto de urbanización es "positivo", no lo es tanto la reacción de los residentes al eliminarse espacios de aparcamiento. No obstante, Fernández confió que, al finalizar las obras, se cumpla el "compromiso" de encontrar "soluciones alternativas", como el acondicionamiento de solares.
Además se refirió a que todavía existen pequeños puntos de venta de droga, e informó de que los vecinos han solicitado la instalación de cámaras "como medida de persuasión para atajar el problema".
Fernández entregó al presidente y al alcalde un documento en el que se recogen una serie de "problemas" no resueltos. "Hay detalles que hacen empobrecer una obra porque no están bien rematada y eso minusvalora el esfuerzo que se ha hecho", comentó.
La portavoz del Cabildo consideró que el problema "fundamental" de los vecinos es la confianza en las administraciones. "Llevamos muchos años con suficientes razones para tener desconfianza y lo que debemos trabajar, sobre todo las administraciones, es en recuperar la confianza siendo transparentes y consecuentes".
En este sentido, reivindicó de las instituciones, especialmente del Ayuntamiento, "generosidad, humildad y autocrítica", y confió en el que en el acto inaugural de las obras "se dé la oportunidad a los vecinos de participar y hablar al pueblo".