La Asamblea Nacional la semana pasada advirtió, a través de la comisión correspondiente, que es ella quien tiene el derecho constitucional para tomar decisiones respecto a proyectos de ley, su discusión, modificación y aprobación definitiva.
Casi acabando de lograr acuerdos con el movimiento indígena y la UNE, los integrantes de la Comisión de Soberanía Alimentaria actuaron según sus atribuciones, pero de forma inoportuna.
Así los asambleístas de esta mesa pretenden ‘cerrucharles’ el piso a las comisiones del Ejecutivo con la Conaie y los dirigentes del magisterio, para reformular algunos proyectos de Ley. Consideran que los acuerdos a los que arriben serían sólo un insumo más a considerar. Pasan por alto que no se puede terminar de apagar un incendio echando gasolina sobre brasas aún calientes.
Los integrantes de la mesa, que tramita la ley del agua asumieron, ni cortos ni perezosos, esta actitud frontal pero evidentemente inoportuna.
Consideran, en caso de este proyecto de Ley, que las comisiones de trabajo acordadas en Carondelet son un exclusivo problema del Ejecutivo con la Conaie. Uno de sus miembros, el asambleísta indígena Pedro de la Cruz, de PAIS, dijo que la mesa sigue abierta a los aportes.
Semejante cosa ocurriría respecto a con los acuerdos del Vicepresidente con la Unión Nacional de Educadores sobre la Ley de Educación General. Por lo tanto, el proceso de negociación concluido esta semana está corriendo un gran riesgo y la semana entrante, si no se atenúa este pronunciamiento, estaríamos ante nuevos paros.