El desfile militar de este lunes, 12 de octubre, en Madrid está causando serios quebraderos de cabeza en Defensa desde donde se han restringido algunas invitaciones para asistir a la parada desde las tribunas del paseo de la Castellana.
Y es que el desfile de este año parece estar gafado: primero las obras de
Gallardón que han obligado a desplazar el lugar en el que tradicionalmente estaba la tribuna central. Luego el
atentado que costo la vida en Afganistán al cabo Cristo Ancor Cabello, un atentado que ha irritado a ciertos sectores militares que acusan directamente al Gobierno de falta de diligencia a la hora de
reemplazar los BMR por vehículos con mayor protección antiminas. Esto hace que se haya vigilado especialmente ‘a quién se invita’ a las tribunas, ante la aprensión de que
Zapatero pueda recibir algún abucheo procedente de este sector. En tercer lugar, las restricciones de la Casa Real a los periodistas para asistir a la tradicional recepción posterior en el Palacio de Oriente han creado no poco malestar entre los profesionales de los medios. Gafado, vamos.