Desde que se dieran a conocer detalles de la biografía de Esperanza Aguirre en la que afirma que Alberto Ruiz-Gallardón conocía el Tamayazo un día antes de producirse o que las encuestas le daban como perdedor como presidente regional y por ello le propusieron como alcalde, ambos dirigentes políticos no se habían visto cara a cara.

Este viernes, aprovechando el acto de inauguración de la ampliación de la Línea 5 de Metro a la Alameda de Osuna, la presidenta, ante decenas de espectadores y medios de comunicación, ha puesto el tema sobre la mesa. "Ante el revuelo que ha provocado la publicación de mi biografía debo decir que las discrepancias están totalmente superadas". Aguirre ha dicho además que existe absoluta "normalidad institucional y el alcalde tiene muy presente mi afecto".
"Lo que nos une, el bien de los madrileños, es muchísimo más que lo que nos separa", ha asegurado Aguirre, quien además ha reconocido expresamente la labor y el impulso dado por Ruiz-Gallardón a la ampliación del metro mientras estuvo al frente de la Presidencia regional. Aguirre y Gallardón se han mostrado en todo momento correctos pero distantes, si bien la despedida ha sido algo más calurosa que el primer encuentro.
Por su parte, el alcalde, una vez finalizado el acto ha asegurado que la polémica constituye "un tema zanjado", y ha dicho que desea "de verdad que en el futuro estas cosas se queden única y exclusivamente en el capítulo de la memoria". Gallardón ha señalado que acepta las disculpas, "nunca en mi vida a nadie que me haya pedido disculpas o perdón he dejado de aceptarlas".