Comulgar con ruedas de molino
lunes 28 de septiembre de 2009, 10:46h
Vamos a ver .Este Señor, ¿me toma por gilipollas o que? Perdonen, queridos lectores, la expresión pero es que mi indignación está en el límite. Todos esperábamos, con más o menos interés, las declaraciones de José Luís Rodriguez Zapatero en torno a los presupuestos del Estado del año que viene y la política económica que lleva a cabo. Sobre todo después de que haya sido tan criticado, incluso por expertos próximos o de su propio partido, en las últimas semanas.
Reconozco que me gusta la coherencia de Zapatero cuando se refiere a la prioridad social de su política económica. A fin de cuentas es, o representa, a un partido socialista, que todavía lleva en su Programa Máximo la "emancipación de la clase trabajadora" y la "defensa de los intereses de los más oprimidos". Se podrá estar de acuerdo o no con él, pero lo cierto es que mantiene coherencia en este sentido. Una coherencia que, además, defiende con vehemencia, valga el pareado.
Pero lo que mas le cabrea a uno es que intente hacernos comulgar con ruedas de molino cuando lleva a cabo un discurso en el que se nota, a las claras, que intenta contentar a todos, y en el que, mezclando churras con meninas, nos hace creer que el esfuerzo solidario que nos pide "para que puedan sobrevivir los mas necesitados, los que han perdido su empleo" lo van a pagar los que más tienen, los "rentistas", tal y como se denominaba antaño a los que viven de las rentas, sean de capital, plusvalías y cosas por el estilo.
Vamos a ver. Si Salgado dice que la subida del IVA que, ahí no nos engaña, pagamos todos, desde el Rey hasta el mendigo que se refugia con un brick de vino en el vestíbulo de un cajero automático, reportará a las arcas públicas unos ingresos de 6.500 millones de euros, y Zapatero asegura que, el total de dinero recaudado con las subidas va a ser de 10.000 millones, pues resulta que el porcentaje es algo así del 60-70 por cien a favor del consumo.
Es decir que treinta de cada cien euros ingresados lo harán en concepto de impuestos de rentas del capital, y entre sesenta y setenta euros serán producto del incremento del IVA, tanto para la compra de alimentos, menos los básicos, como el pago de hoteles, viajes, vestido, calzado, ir al cine, ir a un restaurante.... ¿seguimos?.
A mí siempre me ha escamado el concepto que tiene Zapatero sobre "los desfavorecidos". Parece como si el Presidente se hubiese quedado en el siglo XIX y pensase "en proletariado" y en las condiciones "infrahumanas de los proletarios". Pues mire, señor Rodriguez Zapatero, los trabajadores ya no vamos con alpargatas, tenemos nuestros derechos laborales y sindicales, cobramos un salario más o menos justo, tenemos casa, televisor y electrodomésticos, y nuestros hijos no van a trabajar hasta los 16 años como mínimo. Es decir, que de condiciones infrahumanas nada. Y de desfavorecidos menos. Las denominadas "clases medias" se sitúan en su segmento de población que supera el sesenta o el setenta por ciento. Y las clases medias pagan sus impuestos religiosamente, incluido el IVA incluso cuando vamos a hacer la compra. Tendremos que comer, ¿no?
Empecemos por llamar las cosas por su nombre. Señor Presidente, la subida la vamos a pagar todos. Y encima en mayor cuantía las clases medias, ¿"desfavorecidos"?. Usted no se ha atrevido a meter mano a las grandes fortunas que se refugian en las SICAVS y, en cambio, nos hace comulgar con ruedas de molino, otra vez, diciendo que van a pagar las rentas del capital. ¿Cuáles? ¿Las que salen de las plusvalías que se obtienen en las acciones? ¿Se olvidan que muchas de estas plusvalías las obtienen las clases medias que invierten sus ahorros en acciones, lo que se ha dado en llamar capitalismo popular? ¿Se olvida de que muchas rentas del capital se obtienen mediante rendimientos del ahorro en cuentas bancarias a plazo o fondos de inversión que enmascaran los planes de pensiones?. ¿Es esa manera de fomentar el ahorro que tanto predican?
Que no, que no. Que el que hace la Ley hace la trampa. Su política, señor Zapatero, consiste en vender humo. Y como muestra un ejemplo: ¿se acuerda cuando nos vendió la moratoria hipotecaria? Le dije en la rueda de prensa que el límite de 150.000 euros de capital hipotecado era insuficiente. Usted me contestó que la medida quería que "se beneficiasen los más desfavorecidos". Pues bien, debe haber muy pocos desfavorecidos porque han sido muy pocos los que se han podido acoger a esta medida.