Aguirre recibió en la sede de la Puerta del Sol la visita del vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, que para endulzar el clima con la 'lideresa' -primera opositora dentro del PP a casi todas las políticas de Zapatero- puso sobre la mesa la posibilidad de que la Comunidad, como ya hace Cataluña, asuma competencias como la
inspeción de trabajo, así como la gestión ya solicitada en su día por Madrid de los
museos Sorolla, Cerralbo y el Romántico. La jefa del Ejecutivo no dijo que no, pero hizo hincapié en que su objetivo prioritaro es el Cercanías: "Tenemos un
acuerdo con el ministro de Fomento en el que queremos avanzar y por eso enviaremos pronto el escrito de petición para que se concrete".
Teniendo a tiro a uno de los tres vicepresidentes de Zapatero, Aguirre no dejó escapar la oportunidad de poner en solfa la política económica del Gobierno, la posible subida de impuestos y el nuevo sistema de financiación, cuyo 'sudoku', como informó
Madridiario,
no le cuadra en absoluto a los populares. "A ver si recibimos más de lo que tenemos que devolver con los adelantos (de tesorería)", espetó Aguirre.
La presidenta afeó a Chaves que el Estado quiera
subir los impuestos para enjugar el déficit, medida que calificó de "absolutamente equivocada"; aseguró, con datos analizados por el departamento de Estadística regional, que la promesa de austeridad de Zapatero no ha reducido el gasto público, sino que lo ha incremtado; y aseguró que subir los impuestos para recaudar 15.000 millones de euros sólo traerá "más paro, más recesión y más retraso" a la hora de salir de la crisis. "Está archidemostrado que no sirve para la recuperación económica", sentenció.
La financiación será justa
Manuel Chaves aguantó el chaparrón de las
recetas liberales contra la crisis (austeridad, bajada de impuestos, reforma del mercado de trabajo) e instó a la presidenta a "no repetir el mismo debate" que el miércoles tenían Zapatero y Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados.
Antes de enfilar la puerta de salida de la Real Casa de Correos, volvió a reiterar su oferta de colaboración con la Comunidad y tranquilizó la presidenta sobre la próxima financiación y a los ciudadanos sobre la subida de impuestos: "La subida no va a afectar a las
rentas del trabajo, a las
pymes ni los
autónomos [...]. Si hipotéticamente se toca el IVA -que el Estado estudia revisar al alza- en efecto las Comunidades Autónomas salen beneficiadas, porque les corresponde un 50% (del total recaudado) según el nuevo sistema de financiación". La Comunidad en cambio asegura que, para empezar, ya va a perder del orden de 3.000 millones de euros.