No lo digo yo. En estas mismas páginas publicamos el resumen de un informe elaborado por la prestigiosa firma de analistas
Variant Perception, titulado "
Spain: The Hole in Europe' s Balance Sheet", en el cual se advierte bien clarito que "
si se deflactan los salarios se corre el riesgo de que nadie pueda pagar sus hipotecas y la burbuja inmobiliaria acabe en un estallido de descomunales consecuencias".
En este país nadie aprende la lección. La crisis en España comenzó el día en que empezaron a subir los tipos de interés por obra y gracia de la cuadratura del círculo pretendida por un tal Trichet. Por cierto, ¿cuándo se va? Porque si
Bernanke tiene gran parte de la culpa en EEUU por la política monetaria de la FED de la que es máximo responsable, no digamos del BCE y su nefasto empecinamiento en subir tipos cuando todo hacía presagiar el desastre.
La crisis, al menos aquí en España estalla como consecuencia del frenazo en el consumo. Somos un país en el que la demanda interna acapara la práctica totalidad del crecimiento teniendo en cuenta la debilidad del comercio exterior. Pues bien. Aquí, hace tres años, los tipos de interés de las hipotecas subían y subían. Se redujo el margen de actuación de las rentas. La bola empezó a engordar como consecuencia de la necesidad de endeudarse para hacer frente al día a día. El porcentaje de endeudamiento en comparación con la renta disponible comenzó a superar niveles insoportables. Hubo que empezar a recortar gastos y, como no, el consumo acabó por resentirse. Así comenzó todo.
Pues bien, ahora nos dicen que es necesario congelar los salarios. Primero lo dijeron los empresarios de la CEOE y ahora el Gobierno. Se argumenta que no se está perdiendo poder adquisitivo como consecuencia de la deflación. A eso se le llama, lisa y llanamente, deflación de los salarios.
No hace falta seguir, los analistas de
Variant Perception lo dicen bien claro: ¿Quién va a pagar las hipotecas si siguen congelándose los salarios?
Y lo peor de todo esto es que los bancos comienzan a ocultar este tipo de riesgo. Son incapaces de alzar la voz. Nadie es incapaz de alzar la voz ante semejante consideración que acabarían por generar mayor recesión, dificultades para salir de la crisis y, por lo tanto, más paro, mas deflación de nuevo... todo un círculo vicioso. Una pecadilla que se muerde la cola.
Es imposible plantear esta hipótesis. Habrá que hurgar por otro lado.