Un equipo de cirujanos de la clínica universitaria de Heidelberg (oeste de Alemania) implantó el primer corazón artificial de la historia, el cual sólo pesa 92 gramos, informó el propio centro de investigación.
Indicó que la intervención tuvo lugar a finales de julio y la paciente, una mujer de 50 años que padecía insuficiencia cardiaca, se encuentra perfectamente recuperada y sin ningún problema de salud.
“La paciente superó con éxito la operación, de tres horas y media; ahora queremos esperar a ver cómo reacciona su cuerpo”, señaló el doctor y jefe del departamento, Arjang Ruhparwar.
El aparato, de dimensiones mínimas, fue implantado en el pericardio. Los anteriores corazones artificiales pesaban más de un kilogramo, apuntó el científico Ruhparwar.
De acuerdo con el doctor, el aparato consiste en “seguir la misma tendencia que con los teléfonos móviles, cuanto más pequeño y ligero sea, será mejor”.
Se trata del corazón artificial más pequeño del mundo, por el momento, y capaz de ejecutar todas las funciones que realiza el ventrículo izquierdo, y de operar de forma sencilla y eficaz.
Asimismo, señaló, funciona al tiempo que sigue el ritmo sanguíneo de forma exacta, algo que los antiguos aparatos tampoco podían realizar del todo.
Al parecer, este minicorazón pertenece a la quinta generación de los llamados “DeBakey”, una denominación que engloba a toda una serie de aparatos que desarrollaron en los años noventa el especialista en cardiología Michael DeBakey y la agencia estadunidense de navegación espacial NASA.