Desde que Alfonso Guerra le movió la silla a José Rodriguez de la Borbolla apartándole primero de la Secretaría General del PSOE-A y después de la Presidencia de la Junta, no se había registrado un terremoto de la profundidad del actual. Hace tan solo medio año, nadie del el PSOE andaluz se planteaba la sustitución de Manuel Chaves como presidente de la Junta ni como líder de los socialistas andaluces. Todo estaba "atado y bien atado" y eran mchos los que confiaban en que Chaves volviese, una vez más, a repetir como candidato en las elecciones autonómicas de 2012, revalidando por séptima vez la Presidencia a la Junta.
De pronto,silenciosa y tranquilamente, todo ha dado un vuelco espectacular. Zapatero estaba decidido a cambiar la cabeza del cartel andaluz inamovible durante casi veinte años y eligió a una de sus "ahijadas", la jiennense María del Mar Moreno, fogueada de la mano del todopoderoso Gaspar Zarrías como consejera y presidenta del Parlamento autonómico.
La jugada, sin embargo, tenía un mayor calado y pretendía desestabilizar tanto el fuerte control que el "clan de Alcalá",encabezado por Luis Pizarro, mantiene en el seno del socialismo andaluz como el del "clan jiennense" de Gaspar Zarrías. Fallecido Alfonso Perales,el sustituto natural de Chaves, y anulados Paco Vallejo, Mar Moreno y Gaspar Zarrías, el camino quedaba libre para ir "montando" una estructura más tecnócrata y menos política que pudiese ser manejada por Madrid sin crear malos rollos en Andalucía.
Con Pepe Griñán, Zapatero ha encontrado el "mirlo blanco" que necesitaba para hacer la última renovación de los barones regionales. Su colocación, primero como presidente de la Junta, y después como secretario general de los socialistas andaluces, es la jugada maestra para darle el definitivo pasaporte a un socialismo anclado en el siglo XX y que daba ya sus últimos estertores. Alea jacta est, la suerte del PSOE-A está echada.
Falta ahora por fijar la fecha en la que se haga efectiva la sucesión y la vuelta a la normalidad, que evite la división de poderes. Con Chaves en franca retirada, todo parece indicar que tampoco agotará su mandato al frente del partido y que, con el visto bueno de Ferraz, el congreso que ratifique a Grián como lider absoluto del PSOE andaluz no se haga esperar hasta 2012 y se adelante, a lo sumo, a la primavera del año próximo.