Después de haber cerrado el acuerdo sobre financiación autonómica sin ningún voto en contra – pese a la radical oposición de algunas comunidades gobernadas por el PP, como la de Madrid- , el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se ha fijado como próximo objetivo que las negociaciones con los agentes sociales lleguen a buen puerto antes de que finalice este mes.
Con este horizonte, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se reunirá de nuevo la semana que viene con representantes de los sindicatos, UGT y CCOO, y de la patronal CEOE para seguir trabajando y poder marcharse de vacaciones este espinoso asunto también solucionado. Las negociaciones, según ha podido saber este diario e-Xclusivo, van por buen camino aunque el Ejecutivo quiere aplazar para septiembre la reforma del mercado laboral, consciente de que ese será el hueso más duro de roer y de que el uno de los temas que necesitará contar con el consenso de los grupos políticos del Congreso, fundamentalmente el PP.
Otro tema que va a resultar conflictivo es la exigencia de los empresarios de rebajar las cotizaciones sociales, que podrían ser compensadas con un aumento de impuestos, algo a lo que se oponen los sindicatos y que, en principio, tampoco quiere el Gobierno. Sin embargo, no se descarta una subida del IVA como la 'peor' de las soluciones posibles.
Pero lo que queda absolutamente descartado es que el Gobierno pueda cerrar un acuerdo bipartito únicamente con los sindicatos del que quede descolgada la patronal. De momento, algunas Comunidades Autónomas, como la del País Vasco, las perspectivas de acuerdo parece estar prácticamente materializadas.
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