Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, consiguió encender las luces rojas de lo políticamente admisible en el departamento de Celestino Corbacho. La líder del PP madrileño acusó a la Seguridad Social de ser la culpable de que los parados de larga duración no tengan derecho a la sanidad pública gratuita.
Al secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, siempre discreto y moderado en sus apreciaciones, las declaraciones de Aguirre le parecieron inadmisibles y se vio obligado a convocar a los periodistas a una rueda de prensa, algo nada habitual en los usos de la secretaría.
Lo primero que hizo el Ministerio fue enviar a los periodistas un sms recordando a Aguirre que la asistencia sanitaria “es universal y gratuita” en España. Y un segundo sms convocaba a la conferencia con los medios. Algo no habitual en el uso del móvil de Trabajo, que sólo informa sobre datos de cotizantes y desempleados en sus mensajes.
Fuentes del Ministerio reconocieron que el discurso de Aguirre sobrepasó lo admisible, incluso en campaña, por ‘tocar’ el derecho a la sanidad pública, un tema de consenso político.
Im-presentable: Aguirre mete miedo o no se entera... >>