Un comisario de la Unida Central de Información Interior (UCII) aseguró ante el tribunal que no recibió órdenes por parte del Ministerio del Interior o del Director General de la Policía para orientar las pesquisas hacia el grupo terrorista ETA y dijo que a partir de las tres de la tarde del día 11 de marzo de 2004 se tuvieron "sospechas bastante firmes" de que la autoría de la masacre correspondía a grupos vinculados con el terrorismo islámico.
El comisario colaboró en el interrogatorio efectuado el 17 de marzo de 2004 al acusado José Emilio Suárez Trashorras e indicó ante el tribunal que el ex minero "nunca les habló de explosivos", si bien reconoció que había llevado a "unos amigos moros", a los que había contado que era minera a las instalaciones de Mina Conchita en una visita que estos efectuaron a Avilés.
Especificó que Trashorras les contó que se dedicaba al tráfico de hachís y conocía a unos "moros" que le vendían esa sustancia que eran radicales y tenía la sensación de que podían estar relacionados con los atentados.
Así, relató que los árabes habían viajado a finales de febrero Avilés y dijo que durante aquella estancia Trashorras les había llevado a las cercanías de Mina Conchita. "Pensamos que con la locuacidad que da el alcohol, les enseñó la explotaciones mineras y que los árabes podían haber recabado datos y después haberse llevado la dinamita", indicó el miembro de la UCII.
Trashorras nunca realizó, además, mención alguna a la banda terrorista ETA, especificó el testigo que destacó, que Trashorras no les habló tampoco de que algunos de sus conocidos moros tuviera relación con los etarras detenidos en la denominada "Caravana de la Muerte".
A partir de la descripción ofrecida por el ex minero los agentes intentaron recabar todos los datos posibles relacionados con los amigos moros con objeto de identificarles y localizar sus viviendas. El ex minero únicamente les ofreció un nombre, Rafa, y les dijo que en las visitas realizadas a Madrid le habían llevado a una casa que se encontraba en la zona de Morata de Tajuña.
El ex minero se refirió, según el comisario, a que "los moritos" defendían ideas radicales y que justificaban los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, indicó el agente. "Le decían que tenían el mejor ejército del mundo porque no tenían miedo a morir", explicó el comisario.
Manolón insiste en que Trashorras "nunca" alertó sobre los atentados
El ex Jefe de la Brigada de Estupefacientes de la comisaría de Avilés, conocido como 'Manolón', recalcó hoy de nuevo hoy ante el tribunal del 11-M que el acusado José Emilio Suárez Trashorras, "nunca" le informó de que unas personas de origen árabe pretendían adquirir explosivos. Además detalló que debido a los contactos y conversaciones con el acusado, empezó a sospechar tras el atentado que él "sabía" algo respecto a la célula terrorista que perpetró la masacre.
Afirmó que tras varios comentarios de Trashorras, en los que apuntaba que "los moros" eran los autores del atentado, y tras las informaciones que surgieron a partir del 13 de marzo del 2004 en los medios de comunicación, empezó a "sospechar" que el acusado "podía saber algo" al respecto, ya que le había comunicado previamente que había mantenido varios contactos con algunas personas musulmanas que se dedicaban al tráfico de hachís.
A raíz de esto intentó notificar este indicio a los agentes responsables de las investigaciones del atentado en Madrid, e incluso dejó una nota a este respeto, dijo. Posteriormente supo que varios agentes de la Unidad Central Información Interior (UCII) desplazados en Oviedo, "querían" hablar con Trashorras en relación a un número de una tarjeta telefónica que utilizaba su ex mujer, Carmen Toro. De este modo les puso en contacto con Trashorras.