Jornada épica la de este lunes para el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, en la que no ha dejado títere con cabeza y en la que, también, ha metido la pata respecto al proceso de paz. El ministro, que comenzó su jornada de crítica a la oposición en 'Los desayunos de TVE', dijo que es "evidente" que existe un proceso de paz "en marcha", aunque acto seguido aclaró que ese proceso está en estos momentos "suspendido". Era evidente el lapsus del ministro, pero ha servido para que la oposición diga un algo así como “ya lo decíamos nosotros”.
Si en TVE el ministro fue duro, el escándalo llegó un poco después en el Senado, donde Fernández Bermejo llegó a calificar de "cáncer corrosivo" las críticas permanentes a la actuación de la Fiscalía, "cuando se ve cuestionada por cumplir con su obligación de actuar ante los tribunales en parámetros de estricta imparcialidad", en alusión a la retirada de la acusación que pesaba contra el dirigente de Batasuna Arnaldo Otegi por rendir en julio de 2001 homenaje a la etarra Olaia Castresana, muerta al manipular una bomba.
Fernández Bermejo comparecía ante la Comisión de Justicia de la Cámara Alta, en la que subrayó, ante el escándalo que sus palabras suscitaban en las filas populares, que el fiscal adscrito al ‘caso Otegi’, Fernando Burgos, actuó de forma "coherente" al retirar los cargos ante "un tema dudoso", mientras que el tribunal que juzgó al líder batasuno introdujo en la sentencia absolutoria "algo que no podía meter". Al respecto, dijo que no le sorprende que la Fiscalía estudie la legalidad de las críticas que contenía la resolución, puesto que, en su opinión, constituyeron "un varapalo al fiscal que la ley no permite".
Pese a todo, en el turno de réplica apostó por "mirar hacia delante" e "intentar recomponer el diálogo" en materia antiterrorista, aunque reconoció que ello resulta enormemente complicado cuando por parte de la oposición se pone en cuestión las resoluciones judiciales que les resultan contrarias: "Estamos asistiendo a un espectáculo que consiste en la generación previa de tensión para lanzar a los ciudadanos a las calles para pedir algo contrario a la resoluciones" que se dictan.
En ese contexto, y como el que no quiere la cosa, Fernández Bermejo volvió a subrayar su compromiso en contribuir a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), así como en mantener "una estrecha" relación con el órgano de Gobierno de los jueces para que "continúe la línea de trabajo de entendimiento desarrollado en la legislatura". Y, frente a la negativa de los populares a pactar para alcanzar un acuerdo que lleve a la renovación, aseguró "estar abierto a toda negociación" e insistió en que "no puede haber obstáculos" por parte de "quienes no quieren pactar".
También se pronunció sobre la necesidad de "enmendar el entuerto" detectado en la composición de los magistrados que integran la Sala del 61 del Tribunal Supremo, encargada de la ilegalización de Batasuna, mediante la aplicación de la ley. "El ministro no se va a meter jamás en hacer juicios de intenciones, pero sí debe decir que algo está mal para dar soluciones", apostilló.
El PP le acusa de intentar liberar etarras y condenar a los jueces
Las primeras críticas al ministro de Justicia llegaron a través del senador del PP Agustín Conde, quien acusó a Fernández Bermejo de "intentar reconducir a los jueces díscolos que aplican la ley al servicio del concreto proyecto político" del Gobierno socialista, aludiendo a la negociación con la organización terrorista ETA.
"La noticia de hoy es que el fiscal general del Estado [Cándido Conde-Pumpido] pretende llevar al Tribunal Supremo a la Sala que juzgó a Otegi. Lo que ustedes pretenden es que los etarras estén en la calle y los jueces en los tribunales", denunció Conde, quien recriminó al ministro su "obsesión enfermiza" por su "afán de destruir" al PP. Además, el senador popular calificó de "una gravedad extrema" la retirada de la acusación de la Fiscalía a Otegi y acusó, en este sentido, el Ejecutivo de "rendir el Estado de Derecho al servicio de los terroristas".
El ministro le replicó que, "sin entrar en calificaciones psiquiátricas", su preocupación se centra en los "jefes" del PP porque, indicó, "noto que no han superado la frustración del 14 de marzo de 2004" al perder las elecciones generales y añadió que "esta frustración acaba con banderas anticonstitucionales delante de la Fiscalía General del Estado".
Otra réplica a Fernández Bermejo llegó desde Berlín, donde se encontraba el líder del PP, Mariano Rajoy, quien mantuvo una entrevista con la canciller alemana, Angela Merkel. En rueda de prensa en la capital alemana, Rajoy replicó al ministro de Justicia que el fiscal no ha explicado a los españoles la última decisión sobre Arnaldo Otegi: “Es capital, es obligado que explique” por qué la fiscalía le pidió 15 meses de prisión y sin que mediara hecho jurídico se convirtió en absolución.
Para Rajoy, esa decisión es “injusta, arbitraria y muy grave” porque la propia Sala de la Audiencia Nacional ha dicho que había elementos para condenarle. “Ha actuado [el fiscal] no con criterios jurídicos, sino políticos”, lo que evidencia, a su juicio, que “ha habido una decisión política para que el señor Otegi no entrara en prisión”.