Ruta circular por la Casa de Campo, por las Covatillas, Siete Hermanas y la Senda Botánica. Tiene 16 kilómetros de longitud y se puede hacer, aproximadamente, en cinco horas. De dificultad baja. Permite contemplar ecosistemas de bosque de ribera, encinar, pinar de repoblación. Restos de trincheras y búnqueres de la Guerra Civil en el cerro de Las Canteras y el cerro Covatillas. Cualquier época es buena salvo las horas centrales en el verano. Hay fuentes en el recorrido, pero es preferible llevarla de antemano. Precaución al cruzar las carreteras abiertas al tráfico.
Los accesos en transporte público a la Casa de Campo son la Línea 10 de metro hasta Lago y los autobuses 65 y 33. En Metro se puede viajar con bicicleta los sábados, domingos y festivos, entrando por vestíbulos con personal, y se debe montar en la primera unidad y por la primera puerta.
Se llega al
Puente Colorado (3 km y 1 hora), antiguo acueducto del sistema de riego de la Casa de Campo. A la izquierda queda el encinar de San Pedro, área de recuperación forestal. Se sube a mano derecha al cerro de las Canteras , con unas insuperables vistas de Madrid y con restos de las trincheras de la Guerra Civil. Se desciende por el lado contrario que hemos venido y alcanzamos la carretera de Garabitas , que cruzamos con mucha precaución, pues está abierta al tráfico.
Se sube por la carretera que hay enfrente hasta la explanada del
cerro Morán y el estanque del Repartidor (4 km y 1 hora y 25 minutos). Desde esta área de ocio, entre grandes pinares, continuamos por la estrecha carretera en descenso hasta toparnos con la vía del tren. No debemos de cruzar, sino girar a la izquierda y remontar los cerros que limitan la trinchera del ferrocarril, en un continuo tobogán hasta que un fuerte y empinado descenso, aunque breve, nos conduce a cruzar el
arroyo Antequina por un puente (5 km y 2 horas).
Se cruza el arroyo. Los pinares de repoblación y las arizónicas se adueñan del paisaje, que es uno de los más solitarios de la Casa de Campo y donde no es raro observar abubillas, picapinos, ardillas y otros animales. Se remonta el arroyo por su margen izquierda y alcanzamos una carretera cortada al tráfico y enmarcada por un paseo de pinos piñoneros centenarios (6,5 km y 2 horas y 30 minutos). Es la antigua carretera de la Ciudad Universitaria a la cual se accede a la altura del puente de la Garrapata.
Giramos a la derecha por la carretera, bonito paseo entre pinos, cipreses y ejemplares de enebros de miera hasta llegar a un puente que cruza la vía del tren. Sin cruzarlo, una senda asciende a mano izquierda hasta el
cerro Covatillas (8 km y 2 horas y 50 minutos), donde las ruinas de la Casa Quemada y una línea de trincheras aún denotan el paso de la Guerra.
Se desciende otra vez a la carretera y se gira a la derecha, desandando lo andado, se cruza el puente de la Garrapata y comienza un agradable ascenso por la carretera hasta llegar a un cruce de caminos. Aquí volvemos a enlazar con la carretera de Garabitas, abierta al tráfico en sus últimos 300 metros. Giramos a la derecha por el lateral, en medio de una dehesa de encinas y coronamos la glorieta de Cuatro Caminos (11 km y 3 horas y 45 minutos), donde hay una buena fuente de agua fresca.
Se continua por la carretera en la misma dirección, dejando a la izquierda dos campos deportivos y a la derecha un área de juegos. Pasamos la cadena que prohíbe el paso a los vehículos y descendemos por la carretera por uno de los encinares mejor conservados hasta el camino de
Valdeza. Se remonta por el otro lado del valle por la carretera, entre encinas de gran porte y se alcanza un cruce, ya abierto al tráfico. Una fuente a la izquierda nos indica el camino que debemos coger, dejando a la izquierda el área de regeneración forestal. Se continua hasta un aparcamiento, enfrente del cual está la fuente de San Pedro.
Se cruza con mucha precaución y se toma un camino ancho de tierra que aparece por la izquierda y que se aleja de la carretera entre retamas y encinas y que nos va a conducir al acabar el descenso hasta el
Pinar de las Siete Hermanas (14 km y 4 horas y 30 minutos). Es una de las zonas más hermosas de la Casa de Campo por sus grandes pinos piñoneros de casi 30 metros de alto.
Atravesamos el pinar hasta llegar a un cruce de carreteras. Se cruzan buscando las señales de la
Senda Botánica. Es una zona húmeda, que hasta no muchos años, en época de lluvias se encharcaba. No habrá más que seguir los carteles en numeración descendente desde el 17 hasta el 1 de la Senda. Olmos, fresnos, álamos, plátanos, castaños y algún taray nos acompañan en esta parte del camino.
Se cruzan dos carreteras y se llega al Lago, que bordeándolo nos conduce de nuevo al Centro de Información. (16 km y 5 horas).