Las cincuenta piezas (pinturas, esculturas, dibujos y obra gráfica) que componen la exposición son una selección de la personal y heterogénea colección de uno de los principales marchantes de arte de Nueva York durante la pasada centuria, Pierre Matisse, y su mujer, María-Gaetana von Spreti, donada al célebre museo neoyorquino en 2002.
Balthus, Carrington, Chagall, Delvaux, Dubuffet, Giacometti, Lam, Magritte, Matta, Miró y, de un modo muy especial su propio padre, Henri Matisse, son los grandes artistas representados en esta muestra, que podrá ser visitada por el público desde el 27 de marzo hasta el 24 de junio de 2007.
"Cuando el barco en el que viajaba atracó en el puerto de Nueva York en diciembre de 1924, Pierre Matisse había llegado a una ciudad que miraba hacia Europa en busca de liderazgo cultural. Cuando cerró por última vez la puerta de su galería, la ciudad era ahora observada por el resto del mundo para determinar la dirección de la cultura".
Con esta frase comienza el historiador Jonathan Pratt el texto del catálogo editado para la exposición.
Nacido en 1900 e hijo menor de Henri Matisse, Pierre Matisse estudió, al igual que sus hermanos, para convertirse en artista, llegando a recibir lecciones del pintor André Derain.
Sin embargo, la notoriedad adquirida en el mundo del arte no se debió a su talento para la pintura -que, según afirman, poseía- sino por su trabajo como marchante de arte.
A los 24 años, Pierre Matisse se instaló en Nueva York, donde comenzó colaborando con la galería de Valentine Dudensing.
En 1931, en plena crisis económica, abrió la suya en el edificio Fuller de Manhattan, espacio que poco tiempo después se convirtió en pionero del avance del arte europeo de vanguardias en Estados Unidos.
La intensa actividad que desarrolló a lo largo de casi sesenta años determinó la apreciación del arte contemporáneo por parte del público norteamericano y supuso un impulso decisivo a la carrera americana de artistas hoy ya legendarios como Balthus, Miró, Giacometti o Dubuffet.
Recorrer la lista de artistas que representó es en parte recorrer la historia del arte moderno, aunque estos creadores aseveraron que Pierre Matisse fue más que un marchante, ya que fue amigo personal de muchos de ellos y coleccionó sus obras, además de piezas de figuras ya consagradas en la época, entre las que estuvo su propio padre, Henri Matisse.
La elección de los artistas de su galería respondía tanto a criterios estéticos o teóricos, como al estrecho contacto entre ellos, bien fuera por relación directa, bien por la recomendación que un artista le hacía acerca de otro.
Por otro lado, su actividad como intermediario dio lugar a que gran parte de los museos norteamericanos de prestigio muestren hoy obras adquiridas en la Galería Pierre Matisse.
Igualmente, importantes coleccionistas privados, como Nelson Rockefeller o Chester Dale, le compraron obras de arte y se dejaron asesorar por sus consejos.
La actividad de la mítica galería sólo cesó a la muerte de su creador en 1989, y en 1995, su viuda creó la Fundación Pierre y Maria-Gaetana Matisse, que en 2002 donó parte de su valiosa colección de arte a The Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Coetáneos de Picasso
La selección de piezas que presenta el Museo Picasso Málaga permite al espectador aproximarse al arte europeo de la primera mitad del siglo XX, contexto histórico y artístico en el que también Picasso creó gran parte de su obra.
Los cincuenta trabajos expuestos -realizados entre 1903 y 1963- ofrecen así la posibilidad de disfrutar del genio de artistas emblemáticos a la vez que un modo diferente de conocer la obra picassiana.
El público está invitado a comparar las abstracciones líricas de Miró con el frío realismo de Balthus; el peculiar humor de Dubuffet con la poesía sombría de las figuras de Giacometti.
En la exposición destaca un grupo de 24 piezas de Henri Matisse, quizá el artista de su tiempo a quien Picasso más respetó.
Este grupo comprende desde esculturas realizadas en su juventud a obras de su madurez, a la vez que abarca sus temas más característicos: retratos de modelos, amigos y familia, penetrantes y realistas, a veces distantes y otras íntimos.
Con motivo de la exposición, el Museo Picasso Málaga ha editado un catálogo que contiene textos en castellano e inglés de los historiadores del arte Pierre Schneider y Jonathan Pratt.
Asimismo, y como complemento a la exposición, se han organizado una serie de conferencias dedicadas tanto a analizar la labor de Pierre Matisse en el mercado del arte norteamericano, como a profundizar en la influencia que sus artistas ejercieron sobre la obra de los creadores estadounidenses que asiduamente visitaban las exposiciones de su galería.
Como ponentes participarán Sabine Rewald, conservadora, Jacques and Natasha Gelman del Departamento de Arte Moderno y Contemporáneo de The Metropolitan Museum of Art (29 de marzo); el historiador de arte Jonathan Pratt, antiguo director de Sotheby's Europa (19 de abril); el profesor Michael FitzGerald, del Trinity College de Hartford (3 de mayo); y Pepe Karmel, de la Universidad de Nueva York (10 de mayo), en un ciclo que cuenta con la colaboración de la Universidad de Málaga.