Una iniciativa acertada

La decisión del Constitucional permitiendo a Iniciativa Internacionalista presentarse a las elecciones europeas parece, en principio, acertada. La resolución del Supremo anulando esta candidatura, encabezada por el muy veterano dramaturgo Alfonso Sastre, fue controvertida incluso dentro del alto tribunal, por entender la minoría disidente que solamente indicios e hipótesis avalaban la relación de II-SP con Batasuna e, indirectamente por tanto, con ETA. El Estado de Derecho exigía, a nuestro juicio, y así lo dijimos, mayores certezas, pruebas más sólidas que la mera trayectoria, tantas veces enloquecida, de Sastre y de su ‘número dos’, Doris Benegas, ambos de triste memoria en algunas de sus actuaciones.

No sentimos, por tanto, la menor simpatía por esta candidatura, tan poco concreta en sus pretensiones 'europeas'. Y lamentamos la publicidad gratuíta que se ha dado a II-SP con los intentos, mal hilvanados desde la Fiscalía y desde las Fuerzas de Seguridad, por tanto desde el Gobierno, de su ilegalización, quizá ante el temor a que se repitiese un ‘caso ANV’. Encima, nos encontramos ante un nuevo revés del Constitucional al Supremo, mostrando, de nuevo, las enormes discrepancias entre ambas instituciones, precisamente cuando el Constitucional, de trayectoria tan polémica, parece estar en vísperas de grandes decisiones; nos referimos, claro, a la declaración en torno al Estatut de Cataluña.

Pero entendemos que en este caso han triunfado los principios más legitimistas y garantistas. Adelante, pues, con la candidatura de Sastre-Benegas y otro puñado de extremistas que, confiemos, encuentren un escaso eco incluso en esas capas de la población que, por ir contra el sistema, hacen suyo el lema “cuanto peor, mejor”.