Por “rojazo” y por revoltoso
lunes 26 de marzo de 2007, 12:04h
Un vecino del barrio del Pilar, octogenario e iracundo, le dijo a otro de su quinta que era un “rojazo” y éste le dio con el bastón en la cabeza. Ocho puntos menos para la democracia.
De un tiempo a esta parte se está poniendo difícil el ejercicio de ciudadano, ahora piden que te identifiques y que digas de qué bando estás. Pero lo de los bandos creíamos que ya estaba superado, en todo caso uno está en la posición ideológica que le satisface. Fraga, ese ilustre al que en el PP tienen aparcado en un despacho, dijo una vez que en política no tenía adversarios sino rivales, (y así es posible que se hiciera la transición sin garrotazos ni algaradas).
Como decía Dostoieevski si en el mundo hay un criminal yo tengo la culpa, porque del desmadre colectivo todos somos responsables. Así que nos han dado un garrotazo en la cabeza a todos este fin de semana.
Democracia es luchar para que la gente pueda caminar por la calle en paz, y si te cruzas con un señor de bastón puedas pensar que lo utiliza para caminar mejor y no para estampártelo en la cabeza.
“Rojazo” uno creía que era término ya pasado, como el de “franquista”, pero está visto que no. En las aceras del Barrio del Pilar hemos tenido al último herido de la contienda incivil española. Otros que se arrean como los personajes de Goya, metidos en barro hasta la cintura.
La clase política tiene mucha culpa y en Madrid la crispación se vive en su estado puro, aquí la mala leche se envasa y luego se reparte a las distintas regiones de España.
Y se habrá quedado tan ancho el agresor. Y hasta hará unas risas con los nietos.
A mí me da mucha vergüenza que seamos trogloditas intelectuales. No me hace ninguna gracia, mola poco que te peguen con el bastón.
Señores: vamos a llevarnos bien.
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