Lula aterrizó esta mañana en el Aeropuerto Internacional de la Capital para una visita de tres días, aunque hoy tiene prevista sólo una cena privada con su homólogo chino, Hu Jintao.
En una entrevista concedida al diario económico chino "Caijing", Lula explicó que, ante la crisis global, ambos países emergentes -China es la tercera economía mundial y Brasil, la décima- tienen que "pensar a lo grande", y explicó los acuerdos que espera firmar en Pekín.
Entre ellos, uno entre el banco de desarrollo brasileño BNDES y el Banco de Desarrollo de China (BDC), entidad que también analiza la firma de un compromiso con la petrolera brasileña estatal Petrobras (Petroleo Brasileiro SA).
El BDC concedió en febrero un crédito de 10.000 millones de dólares a Petrobras a cambio de un suministro de entre 100.000 y 200.000 barriles diarios a las estatales chinas Sinopec y a la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC).
Según informó el ministerio de Industria y Comercio Exterior brasileño la semana pasada, Petrobras espera firmar proyectos de explotación de crudo de aguas profundas en China.
Otros acuerdos contemplan el lanzamiento conjunto de dos nuevos satélites (CBERS-2 y 3), la cooperación en leyes comerciales y civiles, para puertos y canales y un protocolo contra los delitos transnacionales.
El brasileño señaló que espera que la inversión china en su país aumente, sobre todo en proyectos de infraestructuras, aeropuertos y petróleo.
"Nos vamos a centrar en energías renovables, en especial en etanol y biocombustibles", explicó Lula, quien sugirió que China produzca biocombustible en Brasil y África, donde así generaría más empleo e ingresos.
Más comercio
Un 90 por ciento de los vehículos brasileños cuentan con motores "flex" para vehículos que admiten tanto gasolina como etanol, una tecnología que Lula espera promover en el sector chino.
Lula se mostró "muy optimista" con la visita y aseguró que el comercio entre ambos gigantes se puede multiplicar por diez, después de que China se convirtiera en abril en el primer socio comercial de Brasil, al alcanzar un volumen bilateral de 3.200 millones de dólares, con los que superó a EEUU (2.800 millones).
El 77 por ciento de las exportaciones brasileñas a China están concentradas en materias primas (soja y derivados, mineral de hierro y petróleo), mientras que las inversiones chinas en Brasil sumaron sólo 99 millones de dólares entre 2002 y 2008, un tercio de la inversión brasileña en el país asiático en ese periodo.