"El Gobierno peruano, fiel a una tradición histórica de su compromiso con el derecho internacional, decidió otorgar el asilo al ciudadano venezolano Manuel Rosales", dijo el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso en Lima.
García Belaúnde explicó a la salida del Congreso peruano que la decisión tiene vigencia indefinida y se basa en razones humanitarias. Dijo confiar en que el asilo político concedido al fundador del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) no dañe las relaciones bilaterales.
Subrayó que se trata de "un caso más de asilo y no tiene por qué alterar una relación entre dos países hermanos, entre dos pueblos y dos Gobiernos amigos".
Lima y Caracas atravesaron una crisis diplomática por el cruce de insultos ante la campaña electoral en Perú en 2006 entre el entonces candidato y actual presidente peruano, Alan García, y Chávez, que derivó en la retirada temporal de sus respectivos embajadores.
Perú ya otorgó asilo a dos opositores venezolanos: el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Carlos Ortega, fugado en 2006 de la prisión donde cumplía condena por "rebelión", y al ex gobernador de Yaracuy Eduardo Lapi García, procesado por presuntas licitaciones irregulares con empresas contratistas.
Por su lado, el abogado de Rosales, Javier Valle Riestra, dijo que su cliente acaba de recibir la notificación de la Cancillería y "aún no ha tenido tiempo de leer los argumentos", y anunció una rueda de prensa para esta misma tarde en la que desgranará esos argumentos.
El letrado y congresista oficialista peruano también manifestó que Rosales ahora se va a dedicar a ver la forma "de ganarse la vida en Perú" y de ver si puede traer a su esposa y a sus diez hijos.
La semana pasada, Rosales expresó a periodistas que había elegido Perú por considerar que "es uno de los pocos países que van a crecer (económicamente); hay, además, una tendencia fuerte al cambio, al respeto de las instituciones, los valores de la democracia y los derechos humanos".
Para el congresista oficialista peruano Luis González Posada el asilo no implica una falta de respeto hacia Venezuela, y pidió que no se interprete la decisión "con asuntos que tengan como objetivo perturbar y oscurecer las relaciones".
Por su lado, el legislador nacionalista Juvenal Ordóñez pidió que, así como se ha concedido el asilo a Rosales, se acepte el pedido de extradición que formule el Poder Judicial de ese país.