Tras su estancia actual en Madrid, saldrá de gira por España
'Una noche de zarzuela', la mejor y más cuidada antología del género lírico
lunes 27 de abril de 2009, 19:49h
Género lírico a lo grande/grande. Es lo que ofrece en el su recinto oficial, el Teatro de la Zarzuela, antes de salir de gira por España, no sólo la más original, y más cuidada en todos sus aspectos de las antologías realizadas, sino la mejor con diferencia. Es lo que ofrece 'Una noche de zarzuela', un extraordinario repaso a muchos de los títulos históricos que cala hondo en los espectadores.
Pasión y amor a tope por la zarzuela. Es la que han derrochado todos los afortunados responsables de este glorioso estreno en el 'sancta sanctorum' del género lírico español por antonomasia. Pero no sólo lo derrochan en cantidades industriales y con un más que cuidadoso mimo, sino que logran transmitirlo de forma íntegra función tras función a los espectadores. Así es 'Una noche de zarzuela'.
Con la excusa de un argumento escrito al alimón por Luis Olmos -encargado también de la dirección de escena- y Bernardo Sánchez y que hila a la perfección los diversos números de un puñado de grandes obras líricas, algunas también del género chico, éstas van apareciendo sobre el escenario de 'su' Teatro, con un doble denominador común.
Que no es otro que la extraordinaria e imaginativa puesta en escena -increíblemente buena la de 'Los ratas' con imitación de los hermanos Marx- y, lo que aún es más importante tratándose de música, extraordinariamente bien cantados por tenores, barítonos, sopranos y el absolutamente inigualable coro titular -uno de los mejores del mundo en la lírica-, maravillosamente 'entrenado' por Antonio Fauró.
Volviendo al argumento conductor es justo y necesario destacar también que sirve de un fresco oscuro y espero de la España de posguerra, con represión, hambre y miseria. Tres calvarios que también sufren los zarzueleros. Así, nos cuenta que durante 1941 una compañía de zarzuela liderada por Úrsula Carabia -perfecta su intérprete, Esperanza Roy- aúna esfuerzos para sacar adelante un espectáculo de género lírico: una especie de antología, donde se dan cita célebres piezas musicales de los más relevantes compositores españoles…
De cómo salga la hazaña y de si resulta del gusto de un reputado mecenas, dependerá, no sólo la subsistencia de cada uno de los componentes de la numerosa compañía -entre ellos, algún 'rojo' escondido-, sino también el futuro del teatro donde ensayan, amenazado de cierre por un grupo de acreedores. No seguimos para no destripar el final.
Estremecer las fibras sensibles
Pero, se insiste en que es una excusa, magnífica, eso sí, para que 'Doña Francisquita, 'El barberillo de Lavapiés', 'La rosa del azafrán', 'La tabernera del Puerto', 'Los gavilanes', 'Agua, azucarillos y aguardiente', 'Marina', 'La Gran Vía', 'El dúo de la Africana'. 'La del manojo de rosas' y otras grandes obras desfilen con algunos de sus mejores números por el escenario del coliseo de la calle Jovellanos.
Y que se luzcan todos los escogidos cantantes que se turnan en diferentes sesiones para dar brillo de forma parigual a las piezas y estremecer las fibras sensibles de los afortunados espectadores: las sopranos Ana Ibarra, Susana Cordón, Carmen Serrano y Yolanda Marín; los tenores Julio Morales, Álex Vicens, José Luis Sola y Manuel de Diego, y los barítonos Carlos Bergasa y Juan José Rodríguez.
Todo ello con la dirección musical del dúo que forman Cristóbal Soler y Enrique Diemecke, la fácil y elegante escenografía de Gabriel Carrascal -con Florencio Campo en la coreografía- y el ajustado vestuario de María Luisa Engel. En definitiva, no sólo los amantes de la zarzuela, sino cualquier persona con sensibilidad debe pasarse por el Teatro de la Zarzuela ahora o seguir la gira posterior después para disfrutar a tope de este magnífico espectáculo.