Francisco Javier B.P., madrileño de 39 años, era el encargado de solucionar las incidencias que surgían en ellos y aprovechaba esta circunstancia para cometer los delitos, desactivando los sistemas de alarma, según ha informado la Jefatura Superior de Policía.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, el detenido conocía los sofisticados sistemas de seguridad de las sucursales bancarias y abusaba de la confianza que en él tenían depositada. En el curso de esos trabajos se las arreglaba para que el compañero que debía cubrirle no estuviera presente.
Según la policía, gracias al dinero obtenido con sus fechorías, llevaba un elevado tren de vida. El detenido, que carecía de antecedentes, está acusado concretamente de un robo en el cajero automático de la calle Vía Carpetana y de otro en la localidad de Valdemoro.