Los supervivientes de 'la tragedia de Los Andes' cuentan sus experiencias
miércoles 15 de abril de 2009, 20:12h
El periodista Pablo Vierci, amigo personal de los 16 supervivientes de la 'tragedia de Los Andes', presentó este miércoles en Madrid el recién publicado libro 'La sociedad de la nieve', donde estos supervivientes dejan rienda suelta a los sentimientos que les abordaron durante la supervivencia.
Este libro muestra los más hondos sentimientos de aquellos 73 días que vivieron tras el accidente aéreo que les llevó hasta el extremo de comer carne humana. Pablo Vierci dijo del libro que era una "asignatura pendiente" de aquella tragedia con los amigos, los fallecidos, los familiares y la sociedad en general.
El accidente ocurrió el 13 de octubre de 1972 cuando el avión que transportaba a un equipo de jugadores de rugby uruguayos y a varios familiares se estrelló en plena cordillera andina camino de Santiago de Chile para disputar un partido.
En el libro los 16 supervivientes recuerdan por primera vez y en primera persona cómo fueron esos días en la cordillera, cómo superaron esa situación límite, cómo entendieron la muerte, qué significó el accidente y cómo influyó en su vida posterior.
La antropofagia
Treinta y seis años después de la tragedia del avión Fairchild 571, que los dejó con apenas veinte años en los Andes, a 4.000 metros de altura, con veinte grados bajo cero y sin abrigo ni comida, lo que más siguen recordando es la necesidad que les llevó a consumir la carne congelada de sus compañeros fallecidos.
Daniel Fernández, Tintín Vizintín y Javier Methol explicaron que fue una decisión "correcta" tomada en el momento oportuno. "Hicimos lo que había que hacer", señalaron.
'Viven' no los representa
Para todos ellos "La sociedad de la nieve" es un libro "totalmente humano" que "baja las defensas de la emoción", que se adentra en sus sentimientos y no un simple relato de los hechos como, a su juicio, fue "Viven", en cuyo libro y película no se siente representados ni reflejados. "Estaban contados los hechos, pero nunca se penetró en los sentimientos, en el afecto", dice Daniel Fernández.