Sorprende que se marche
Mercedes Cabrera, una ministra que ha defendido a capa y espada la, digamos, ‘asignatura del Gobierno’ Educación para la Ciudadanía dando la cara en todos los roces con la Iglesia. Aunque puede que tanto recurso judicial, incluso habiéndolos ganado, terminan pasando factura creando una imagen conflictiva. Por su parte,
Cristina Garmendia, responsable de Ciencia e Innovación -con competencias en la Universidad hasta ahora- no se ha dejado ver a pesar de haberse llevado la peor parte: manifestaciones de anti-Bolonia por todo el país. Eso sí, después de que los estudiantes hicieran mucho ‘ruido’ la ministra prometió la creación de una creación de expertos para averiguar cuáles eran las inquietudes de los universitarios, así como de un Consejo del Estudiantes donde todos los colectivos podrán tener su propia voz. Dos iniciativas que llegaron tarde y que ahora además se quedan en el aire.
Gabilondo, el ‘hermanísimo’ de Iñaki
Precisamente el recién nombrado para encauzar las críticas y hacer llegar a los afectados los beneficios de un proceso ya inminente ha sido
Ángel Gabilondo, un hombre de peso dentro de la Universidad además de ser el ‘hermanísismo’ del reputado periodista
Iñaki Gabilondo.
Gabilondo (Ángel), hasta ahora ha ejercido como rector de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y tenía el cargo de presidente de la Confederación de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). El nuevo ministro de Educación siempre se mostró a favor del proceso de transformación de Bolonia, pero con matices. Siempre insistió en que había que “
hacer las cosas bien” para que no suponga la mercantilización de la Universidad, uno de los mayores temores de los universitarios. Gabilondo hizo campaña a favor del Plan Bolonia, pero exigiendo que se duplicara el número de becas y que se llevase a cabo una política de comunicación efectiva para que los mayores implicados, los estudiantes, supieran a qué se estaban enfrentando. Habrá que ver ahora si el nuevo ministro consigue calmar las aguas en este aspecto, aunque de momento los que sí han reaccionado ya al nombramiento han sido los becarios de investigación, un colectivo que ahora vuelve a quedar entre dos aguas: Ciencia e Innovación y Educación. Los de ‘ciencias’ no han tardado en sacar a relucir que Gabilondo es un hombre de ‘letras’, concretamente Catedrático de Metafísica en la Universidad Autónoma de Madrid y por ello, temen que el cambio no les beneficie. Está claro que nunca llueve a gusto de todos, pero Gabilondo parece a priori un profesional muy vinculado al proceso de Bolonia y que no se dejará a nadie por el camino.