El plan, que se desarrollará durante el periodo 2007-2012 con una inversión prevista de cinco millones de euros, incluye un centenar de medidas preventivas, asistenciales, formativas y de investigación, que abordan el problema desde la etapa de gestación hasta la edad escolar.
Dentro de las iniciativas de prevención, la Administración sanitaria andaluza impulsará programas para favorecer la lactancia materna, poner al alcance de los ciudadanos información científica actualizada en materia de nutrición y alimentación infantil, potenciar el consumo de alimentos saludables y asesorar a los responsables de los menús escolares.
En este sentido, la Consejería de Salud pondrá en marcha a través del servicio de información al ciudadano Salud Responde (902 505 060) una línea de consejo sanitario 24 horas para resolver dudas sobre alimentación pediátrica e infantil.
Asimismo, acordará con las grandes superficies comerciales la habilitación de salas de lactancia y con las empresas facilidades para que las trabajadoras puedan realizar la extracción y el correcto almacenamiento de la leche.
Por otra parte, a través de internet, los padres y los responsables de comedores escolares podrán resolver dudas sobre las características de los alimentos o la elaboración de menús saludables.
Montero explicó que también se trabajará con las Consejerías de Educación y de Agricultura y Pesca para cambiar en los colegios las máquinas expendedoras de chocolatinas y refrescos por otras expendedoras de frutas.
"Esta última iniciativa se hará gradualmente extensiva al conjunto de las administraciones, comenzando por las dependencias de la Junta de Andalucía y de manera prioritaria sus centros sanitarios", dijo.
En materia de asistencia sanitaria, la Consejería de Salud editará una guía elaborada por profesionales que definirá quién, cómo y de qué manera hay que atender a un niño con sobrepeso u obesidad, qué factores de riesgo deben tenerse en cuenta en la familia y cuáles son los tratamientos más idóneos.
Además, se reorientará el programa de salud escolar incorporando revisiones preventivas específicas para la obesidad infantil.
El plan, que requerirá una inversión de cinco millones de euros, se completa con programas formativos para profesionales sanitarios y líneas de apoyo para proyectos de investigación en torno a la obesidad y sus factores de riesgo.
En este sentido, la consejera de Salud insistió en que un niño obeso tiene más probabilidades de seguir siéndolo en la edad adulta y de desarrollar enfermedades graves.
Población afectada
La obesidad es un problema creciente en los países desarrollados, hasta el punto de que actualmente hay el triple de personas obesas en el mundo que en los años 60, concretamente alrededor de 500 millones, de los que casi 18 millones corresponden a niños menores de cinco años.
En este capítulo, España se sitúa entre los países europeos más afectados por la obesidad infantil.
Según la Encuesta Nacional de Salud (2003) Andalucía es la cuarta comunidad autónoma con mayor prevalencia de esta patología, con una cifra cercana al 30 por ciento sólo superada por Canarias, Cantabria y Murcia.
En concreto, un 12 por ciento de los niños entre 2 y 15 años tiene problemas de sobrepeso y otro 20 por ciento de obesidad.
El problema se concentra en el grupo de edad de 6 y 9 años, con casi el triple de prevalencia de exceso de peso que los de 14 y 15 años.
El 26 por ciento de la población infantil no realiza ningún tipo de ejercicio físico y casi el 100 por ciento pasa más de dos horas y media diarias viendo la televisión.
Sólo el 12 por ciento consume verduras diariamente, mientras que el 99,4 por ciento consume cuatro raciones de dulces y golosinas al día y el 92 por ciento ingiere diariamente refrescos y bebidas azucaradas.
La obesidad se traduce en graves repercusiones socio-sanitarias, no sólo por la pérdida de calidad de vida que comporta, sino por las complicaciones que habitualmente vienen asociadas, como hipertensión, diabetes, la hipercolesterolemia, patologías osteo-musculares y cardiacas, síndromes metabólicos y trastornos del sueño, así como algunos tipos de cáncer.
Los costes económicos asociados a esta patología se calculan en 600 millones de euros anuales para Andalucía y en 2.500 millones para el conjunto de España.