Las palabras son traicioneras cuando se pronuncian irresponsablemente, y cada día que pasa
Zapatero se encuentra con la cruda realidad desmintiendo lo que él ha afirmado con anterioridad.
Si el Presidente del gobierno se hubiese mordido la lengua cada vez que ha tenido una ocurrencia a estas horas estaría mudo, pero no puede evitarlo, necesita decir cosas en las que no cree convencido de que una mentira repetida mil veces deviene en verdad.
El día que dijo: "
Tenemos el sistema financiero más sólido del mundo” sabía que no era cierto, de la misma forma que sabe que no es verdad que nuestra economía repuntará en el segundo semestre del año que viene, o que el paro no llegará a las cuatro millones.
Mentira tras mentira, este gobierno ha perdido toda la credibilidad que cualquier ejecutivo necesita para conseguir que los ciudadanos les sigan.
Por eso nadie se cree tampoco a
Solbes cuando ayer afirmó que la Caja de Castilla la Mancha no tiene “
un agujero negro financiero”, sino problemas
“transitorios” de liquidez.
Para esto de pervertir el lenguaje son únicos, porque si eso fuese cierto en este momento habría quebrado nuestro sistema financiero, porque “
problemas transitorios de liquidez” tienen no pocos Bancos y Cajas.
Pero claro, se trata de una Caja administrada por un eximio socialista, (aquel que le dijo al Gobernador del Banco de España
Mariano Rubio, “
míreme a la cara, ¿me recuerda, no?", cuando le interpelaba por el caso Ibercorp)
Juan Pedro Hernández Moltó, que tendrá que explicar cómo hasta antes de la intervención había declarado un beneficio de 29 millones de euros, cuando en realidad había un agujero de 3.000 millones.
Cuando los políticos se meten a directores de Bancos las cosas pueden acabar así, y no sé quién será el que le pida ahora a Hernández Moltó que le mire a la cara, pero alguien se lo va a tener que decir porque una mala gestión de este calibre no se salda diciendo adiós y yéndose a casita sin más.
Los favores políticos que hacen algunas Cajas tienen sus riesgos y los grandes favores que ha realizado la Caja de Castilla la Mancha que se especializó en financiar operaciones vinculadas al ladrillo han dado este resultado.
Ahora nadie fía: ni los bancos a los ciudadanos ni éstos al gobierno.