“El fraude ya empezó. A diferencia del tradicional anforazo (fraude en las urnas), que lo vimos con (Alberto) Fujimori, el fraude se va fabricando con tiempo: pasa por la manipulación de las Fuerzas Armadas, la presión a empresas de comunicación que tienen deudas millonarias con el gobierno (y) la manipulación de la red de gobernaciones a nivel nacional”, dijo Humala.
“También el manejo de los aparatos de inteligencia para perseguir a los que piensan diferente. Tengo 11 procesos penales y antes de entrar a política no tenía ninguno. Ahora estoy con libertad bajo comparecencia, firmando un registro cada quince días”, añadió el ex candidato presidencial, quien enfrenta procesos por supuestos delitos de derechos humanos cometidos durante su carrera militar.
Las denuncias sobre la presuntas intención fraudulenta arreciaron esta semana, cuando García dijo que en un encuentro de ejecutivos latinoamericanos que en el Perú el presidente no tiene poder de hacer ganar a su candidato, pero sí de evitar que gane el que él no quiere, comentario que remató con un “yo lo he demostrado” que al parecer remontaba a 1990, cuando desde el poder atacó al liberal Mario Vargas Llosa y favoreció a su rival, Alberto Fujimori.
Las palabras de García -quien posteriormente afirmó que lo que quiso decir es que si el gobierno hace bien las cosas el pueblo no votará por opciones “antisistema”-, fueron duramente criticadas por Humala y otros virtuales candidatos que no cuentan con las simpatías del mandatario, como la socialcristiana Lourdes Flores y el ex presidente Alejandro Toledo.
“Creo que García busca cubrirse las espaldas porque tiene miedo de que lleguemos (al poder) y fortalezcamos la administración de justicia para que aquellos corruptos que hayan utilizado el poder para beneficios personales sean investigados y eventualmente apresados”, le dijo Humala a “La República”.
En la entrevista, el teniente coronel del Ejército en retiro, de 45 años, insistió además en que no es izquierdista, sino nacionalista, aunque admitió que para 2011 prepara una alianza con partidos marxistas como el Socialista o el maoísta Patria Roja.
Aunque aún faltan dos años para los comicios, el Perú vive una especie de ambiente preelectoral, con varios potenciales candidatos virtualmente en campaña y con circulación de encuestas y negociaciones de posibles alianzas.
La oposición teme que el gobierno, ante la orfandad de apoyo popular para un candidato propio, apoye abiertamente a la congresista Keiko Fujimori, hija del ex presidente, quien representa la posición más radicalmente a la derecha en el abanico ideológico.