En la esquina entre las calles Luchana y Santa Engracia estuvo durante más de 40 años situada la boca de Metro de Chamberí. Sin embargo, la renovación de la línea 1 y la cercanía de la estación a las paradas de Bilbao e Iglesia obligó a su cierre en 1966. Desde entonces acercando la cara a la ventanilla del vagón y prestando mucha atención se pueden ver los andenes abandonados de la antigua estación, que ha servido incluso de escenerio para el rodaje de películas. En el mes de octubre comenzaron los trabajos de remodelación interior y volverá a abrirse al público como un museo de la historia del Metro a mediados del próximo año. Junto a la estación la antigua Nave de Motores del suburbano en el barrio de Pacífico se convertirán en el Centro de Interpretación del Metro.
Para que no se confunda la entrada del Metro de Chamberí con la de otra estación de la red ésta será una moderna farola transparente en forma de espiral, que contará además con un ascensor. La farola estará iluminada y cambiará la intensidad de la luz en función del paso de los trenes por la estación. En el interior todo permanecerá como hace 40 años, cuando paró por última vez el convoy en Chamberí, tal y como lo concibió el arquitecto Antonio Palacios. Se conservará incluso la publicidad fabricada en cerámica en las paredes curvas de la estación. Los visitantes sólo podrán asomarse a uno de los andenes de la estación, que estará separado de las vías por una mampara de cristal. Los trenes seguirán circulando con normalidad en esta "estación-museo".
Un "tesoro escondido, diseñado por uno de los grandes arquitectos de Madrid", así ha calificado Alberto Ruiz-Gallardón la estación de Chamberí y ha contado cómo el mismo se vió perjudicado en 1966 por el cierre de la boca de Metro, "que era la más cercana a mi casa". "Es un trozo de nuestra historia y será accesible de forma gratuita", ha añadido el alcalde. Este martes ha visitado la antigua Nave de Motores de Metro, cuyas obras están muy avanzadas.
Un equipo de restauradores trabajan en la rehabilitación de tres impresionantes motores diesel de origen alemán, que sirvieron para dar energía al Metro y que durante la Guerra Civil se utilizaron para proporcionar luz a la ciudad. Cuando los técnicos finalicen su trabajo los motores recuperarán icluso el movimiento. La Nave de Motores mostrará la historia de la ingeniería del Metro. El Centro de Interpretación del suburbano ha supuesto una inversión de cinco millones de euros y depende de la concejalía de Las Artes.