Jose Manuel Rodríguez (Madrid, 1961) es el concejal portavoz del grupo socialista en el Área de Obras y Espacios Públicos del Ayuntamiento de Madrid. Es el único edil socialista que ha ejercido labores de Gobierno en la capital. Sustituyó a Enrique Tierno Galván tras su fallecimiento como concejal de Juventud en 1986 y 1987.
El Ayuntamiento trata de forma individual Obras y Espacios Públicos ¿Cuál es el estado de los mismos en la ciudad?
Es un nombre bastante rimbobante para la realidad de un Área de Gobierno que destina el 60 por ciento de su presupuesto a pagar el canon del contrato de la empresa Calle 30. Me parece adecuado que se hable del espacio público. El problema es que se habla pero no se concreta y queda como algo difuso. La ciudad es amplia y tiene que tener zonas consolidadas. Es decir, aparte del centro, se deben buscar centralidades en otras localizaciones de Madrid. En ese sentido, se han hecho cosas sin una visión clara. Este espacio público está por definir. Por ejemplo, hemos recuperado zonas en el centro, que carece de muchos equipamientos y zonas verdes, como Cabestreros o Agustín Lara. Pero se ha hecho construyendo un aparcamiento sobre el que se construye un espacio de granito que ha habido que suavizar porque su impacto era brutal para el espacio urbano. Otro ejemplo es la plaza de Soledad Torres Acosta. Se ha hecho una actuación que ha mejorado la zona, pero al final no se ha recuperado íntegramente el espacio para los vecinos, ni este está bien definido. Habría que instrumentar un sistema que defina estos espacios públicos, que no todos son iguales, y cómo hay que tratarlos en cada caso.
Cuando hablan de Obras usan el término 'cirugía urbana'.
Hay dos tipos de obras en todas las ciudades. Las de gran envergadura, que son las que dejan huella del paso de los políticos por las ciudades. Y luego están las obras de vías públicas y de 'microcirugía' urbana. La prioridad del equipo de Gobierno en el primer mandato ha sido la gran obra, descuidando la de distrito (peatonalización, recuperación de espacios, calzadas, etcétera). Por otra parte, se han realizado reformas sin atender a la afección urbana y al final, se han hecho sin coordinación. Eso ha supuesto que, aparte de sufrir los grandes proyectos, las pequeñas obras se han convertido en un calvario para los vecinos. Ahora que ya esas grandes obras han acabado, están actuando mediante Planes de Reforma Integral de Servicios (PRIS), Plan Director de Movilidad Ciclista, peatonalizaciones, etcétera. El problema para realizarlos es la falta de dinero del Área que antes comentaba. El Plan Estatal de Inversión Local ha salvado la cara de estas reformas. Ha permitido la posibilidad de hacer trabajos que no se iban a poder hacer, como anunció el concejal de Hacienda tras el verano con las obras no iniciadas.
¿Cómo están funcionando los PRIS?
Los PRIS aprovechan a unificar actuaciones en calles que necesitan reformas de una sola vez. Las ciudades crecen, se modernizan, y necesitan nuevos elementos como el gas, Internet, la fibra óptica... Centralizar esa actuación con una concejalía que se ocupe de avisar a las empresas interesadas de las fechas en las que se permite realizar ese trabajo está bien. La realidad es que se convoca a las empresas para que trabajen y al poco tiempo hay que volver a levantar el suelo, como en las obras de la Línea 3 de Metro en Lavapiés, que han tenido todo levantado tres veranos seguidos. Prometieron implantar un Servicio de Reparación Urgente para arreglar estos problemas en 72 horas pero se ha parado por la crisis. La percepción de los ciudadanos de esta enorme ciudad es que existe un problema de conservación y que se actúa tarde. En cualquier barrio encuentran calles con hoyos y otros problemas importantes de conservación, y la operación Pavimenta Madrid sólo resuelve lo que acota el Plan pero no resuelve el día a día de los distritos. Esta falta de control genera accidentes, problemas con vehículos y una degradación del espacio público. Tenemos que crear un procedimiento ágil que funcione por denuncias vecinales o mediante vigilancia de los servicios municipales para que cuando se producen los problemas, estemos preparados para evitar que ese socavón que hoy es un pequeño problema, mañana sea un gran problema.
Han aumentado las sanciones por calas no autorizadas.
No tenemos mucha información sobre el tema porque nos ponen muchas dificultades para conocer qué es lo que ocurre. Em este tema hay un problema de coordinación entre el Área y las Juntas de distrito. Las calas son aquellos trabajos puntuales en la vía pública que debe ser autorizada. Pero reina el descontrol porque no hay agilidad suficiente para tramitarlas adecuadamente, y la falta de vigilancia. Es decir, hacen una cala y muchas empresas dejan mal pavimentado o sin pavimentar la calle. Eso no se ve a tiempo y empeora el barrio. Hay que exigir a las empresas o al particular que dejen las calles en perfectas condiciones.
La gran apuesta del Área es la peatonalización.
Es una apuesta con la boca grande pero que se limita a determinados espacios. Por ejemplo, Callao da la sensación de que es un espacio abierto sin vehículos, pero se saltean los elementos de mobiliario urbano y no se define claramente ese espacio libre. Habría que cambiar la forma de actuar, estudiar las repercusiones en la movilidad, en el barrio, en el conjunto del distrito y de la ciudad. El lugar condiciona y varía la actuación en cuestión. Las peatonalizaciones que están actualmente en marcha, financiadas en su mayoría por el Fondo Estatal, son actuaciones parciales de lo que propusimos en el programa electoral. Por ejemplo, en Fuencarral, Gran Vía o Callao. Se nos llamó locos y ahora trabajan en esos proyectos positivos, incluso cuando no estaban previstos por falta de dinero.
Madrid Espacios y Congresos sigue haciéndose cargo de obras municipales a pesar de la crisis ¿Hay dinero para acometerlas?
Esta empresa recibe la deuda que el Ayuntamiento no puede asumir. Año tras año aumenta su endeudamiento para hacer frente a esas obras. Ahora Madrid Espacios y Congresos hace de todo. Rehabilita el edificio de la calle Mayor 72 -sede la Junta de Centro-, que era propiedad del Ayuntamiento, para volver a alquilársela al Ayuntamiento; el Palacio de Convenciones o las infraestructuras olímpicas. Esta empresa sólo puede hacer esto para centrifugar la deuda municipal. Pero es que, posiblemente, la empresa no podría acometer esas obras si no estuviese detrás al Gobierno municipal porque las magnitudes que trabajan son brutales.
Algunas infraestructuras olímpicas van más lentas y salen más caras de lo esperado.
Las actuaciones olímpicas reciben el mismo tratamiento que el resto de obras del equipo de Gobierno. Se presentan proyectos en los que no figura la totalidad del dinero a gastar y que, bordeando los límites legales, siempre necesitan ampliar su presupuesto para poder terminarse. Por ejemplo, la Caja Mágica verá la luz el mes de mayo. Se inició el proyecto con un presupuesto de 145 millones de euros y se ha ampliado hasta 174. El Centro Acuático comenzó costando 136 millones de euros y los últimos datos, con una ejecución del 41 por ciento en junio de 2008, elevan la cifra a 184 millones, después de dos ampliaciones de capital.
Los vecinos no están contentos con las obras de Serrano.
Esta obra se realiza para hacer tres macroaparcamientos que permiten modernizar este eje comercial muy visible de la ciudad. En principio, parecía que la gente estaba de acuerdo. En la práctica es que la afección de las obras supone dejar dos carriles de circulación, acabar con árboles que seguro que tenían un informe de Patrimonio Verde para retirarlos porque estaban enfermos (siempre dicen que lo están), y con grúas a pocos metros de las casas. Pedimos que se coordinen bien las actuaciones del Ayuntamiento y del Ministerio de Fomento (construcción del túnel ferroviario Atocha-Chamartín) para utilizar el menor tiempo posible y no tener que hacer y deshacer, molestando a los vecinos. Además, pedimos mayor información para que los ciudadanos lo conozcan y no ocurra un caos como el corte de Santa María de la Cabeza.
Denuncian que, mientras se hace un Plan de Aparcamientos, hay parking cerrados o paralizados.
Un aparcamiento de la avenida de Portugal se vendió a los vecinos como aparcamiento para residentes con la garantía municipal ante una concesión administrativa. Los vecinos aportaron su dinero. Pagaron por una plaza de garaje que ni está ni se la espera. La empresa que se encargaba de la obra está en concurso de acreedores. Los vecinos se han quedado colgados y sin el dinero. También hay otros que han visto como se ha ralentizado la obra y que han observado como las adjudicatarias estaban en quiebra. Mientras, Paz González sólo manda una carta explicando que están trabajando en ello. No cuentan con que los vecinos han puesto su dinero porque el Ayuntamiento de Madrid es su interlocutor con estas empresas que les han tomado el pelo.
Sólo se realizaron en 2008 un total de 9 kilómetros de carril-bici del Plan Director de Movilidad Ciclista.
De nuevo, aquí también ha venido el Plan Estatal a solucionar los problemas y a salvar la cara del Ayuntamiento. Se prometieron 60 kilómetros y en 2009 se van a construir unos 50 con fondos estatales. Este Plan está orientado al 2016. Se ha hecho mucha propaganda del carril-bici como una reivindicación medioambiental y de transporte limpio. Pero es de cara a la galería. Se debe facilitar que existan espacios adaptados a los ciclistas integrados en la ciudad, no construir caminos que no llegan a ningún sitio, como está ocurriendo en muchos lugares de la ciudad. Desde el punto de vista práctico, el Plan Director, muy ambicioso sobre el papel, se está realizando lentamente y con los fondos estatales. Si realmente hay una apuesta por el carril bici, es necesaria mayor implicación, como por ejemplo, trabajando más en intercomunicar distritos con más espacio para introducir estos equipamientos, como San Blas o Moratalaz.