Madrid posee todo un Olimpo al alcance de sus ciudadanos. Durante siglos (principalmente, los siglos XVIII, XIX y XX), los urbanistas y arquitectos que han pasado por la capital han dejado su sello en el aspecto monumental de la ciudad trasladando valores a través de los iconos de la Grecia y la Roma clásica.
Sin afán enciclopédico, aunque sí con el deseo de profundizar en el tema,
Madridiario les invita a un recorrido en tres capítulos por las representaciones mitológicas y su significado en los diversos rincones en las que se ubican.
La primera de esas partes es la que introduce al lector en el supuesto origen mitológico de la ciudad y de sus símbolos característicos, que, con
dragones y constelaciones de por medio, se remontan hasta los héroes de la guerra de
Troya.
La segunda parte retrata
el panteón olímpico y cómo monarcas, nobles, políticos, banqueros, empresarios y militares utilizaron a las divinidades como máscaras de su actividad (por ejemplo, los rostros de
Hermes y
Zeus en el
Banco de España) e incluso como banderas propagandísticas (como
Carlos III y la estatua de
Apolo del
Paseo del Prado). La tercera y última parte es la que ahonda en la investigación de los
monstruos y humanos de los mitos que, al igual que los dioses, han decorado fachadas con motivos ornamentales y publicitarios. Es el caso de los
Fénix, muy vinculados a las empresas aseguradoras o las
esfinges que guardan los secretos del
Museo Arqueológico.
Todos estos secretos están al alcance de los ciudadanos. Sólo hay que pasearse por la capital y mirar con ojo atento estas representaciones y lo que han ido diciendo de Madrid a lo largo de los años. Han sido el reflejo de su evolución y ahora son testimonio de los valores que han basado la espléndida situación actual. De hecho,
una empresa turística organiza visitas guiadas de esta naturaleza una vez al mes para mostrar estos secretos.