Valencia-Inter, la UEFA da la talla
miércoles 14 de marzo de 2007, 19:54h
La Unión Europea de Fútbol Asociación (UEFA) es como los (malos) políticos: de vez en cuando (se equivoca y) acierta. Así ha acontecido con las tan ejemplares como duras sanciones a jugadores y clubes implicados en el bochornoso espectáculo del pasado día 6, en el partido de vuelta en Mestalla de la Liga de Campeones entre Valencia e Inter. En total dos valencianistas, el agresor mayor (del Reino), David Navarro (al que le han caído siete meses) y el segundo de a bordo, Carlos Marchena (sancionado con cuatro partidos, con lo que dice adiós a esta campaña en Europa). Y cuatro interistas: Nicolás Burdisso, el mayor perseguidor (de Navarro) y Maicon, por similar razón, a los que les llueven seis partidos; Iván Córdoba, ‘premiado’ con tres encuentros y Julio Cruz, ‘sólo’ con dos.
También el Comité de Control y Disciplina de la UEFA ha sancionado por su responsabilidad indirecta en la conducta inadecuada de sus futbolistas a los clubes con más de 155.000 euros a cada uno. Se trata de las mayores multas, en lo deportivo y económico, de la historia europea, cual corresponde a la idea que se ha impuesto el máximo organismo del continente: tolerancia cero con la violencia de los jugadores profesionales. Porque es tristísimo que estos mediáticos modelos sociales, tan imitados por niños y jóvenes en todos sus gestos (no siempre deportivos), se líen a mamporros y se persigan por el campo y hasta en vestuarios. Unas imágenes ya desgraciadamente históricas y que se han repetido miles de veces por miles de televisiones en el mundo.
Poco importa quién provocó a quién –eso sí, el Inter demostró tener muy mal perder-, aunque tampoco conviene olvidar cómo calentaron el partido desde Valencia los directivos ‘che’ con aquello de la venganza ante los italianos, que siempre habían eliminado a los levantinos. Un juego peligroso, como los impresentables colegas de Betis y Sevilla acaban de demostrar también en otro caso de gran actualidad, aunque en Mestalla fueron los jugadores los responsables y no un seguidor forofo (que siempre es mucho peor).
Pero sí importa, y mucho, el precedente de la UEFA que va a pedir al único organismo que tiene por encima, la FIFA, que tales sanciones temporales de meses y partidos se extiendan y afecten a los culpables también en las competiciones nacionales e incluso en sus respectivos compromisos con las selecciones de sus países. De conseguirlo, lo lógico es que la FIFA le dé el visto bueno, los jugadores se lo pensarían algo más (aun siendo menester, justo y necesario saber que pensar no es una de las especialidades de estos divos) antes de montarla de nuevo.
En definitiva, si el 6-M fue un día negro para el fútbol europeo (versiones española e italiana), este 14-M (por cierto, aniversario del triunfo de ZP, mal que les pese a esos malos perdedores que son también los mandamases del PP), es un día esperanzador. Sobre todo si la UEFA sigue por ahí en el futuro y no se trata de una excepción. Sobre todo.