"La seguridad es buena para los viajeros y los trabajadores y no va contra ellos". Así ha contestado Elvira Rodriguez, consejera de Transportes de la Comunidad de Madrid, a los empleados del Comité de Empresa de Metro que este miércoles se han manifestado frente a las cocheras de Canillejas. Según las cifras aportadas por los sindicatos se han concentrado 380 de los 400 trabajadores de la plantilla de los talleres de Metro.
La consejera de Transportes ha insistido en que la seguridad "es buena para todos" y no es una medida para arremeter contra los trabajadores de mantenimiento de Metro de Madrid. Rodríguez ha insistido en que se han producido incidentes que no se pueden explicar como accidentes. En relación a la caída de un motor de un tren en la L5 y que se saldó con 12 heridos leves y cortes del servicio por más de 9 horas ha asegurado que "un tornillo de un motor de un tren de siete años no se desgasta, porque está preparado para durar 30 años".
La consejera ha explicado que los tornillos que supuestamente fueron "segados" se están analizando y que se está "levantando acta de cada operación que se realiza en caso de una eventual denuncia ante la Policía". Asimismo Elvira Rodríguez ha incidido en que "los cables no se cortan solos y las cerraduras no se llenan de pegamento solas".
Concentración de los trabajadores
Por su parte el Comité de Empresa de Metro valorará a lo largo de esta semana el resultado de la concentración que ha tenido lugar frente a las cocheras y talleres de Metro en Canillejas y estudiará otros lugares donde volver a concentrarse si la Consejería de Transportes no pide "perdón" por sus declaraciones sobre sabotaje.
El secretario general de UGT Metro, Teodoro Piñuela, ha explicado que a la concentración han asistido alrededor de 380 trabajadores de los 400 que forman la plantilla de los talleres de Canillejas. "Queremos que la Consejería diga la verdad. Lo que sucedió en la línea 5 de metro fue una avería y no un sabotaje", declaró.
Para Teodoro Piñuela la Consejería intenta "desviar" la atención de la opinión pública al justificar que los problemas se deben, en un primer momento, a la aglomeración de los usuarios en ciertas zonas del tren más que en otras, y ahora que los fallos son debidos a los sabotajes de los propios trabajadores.
Asimismo, aseguró que la "decente" calidad que presenta el metro se debe al trabajo de la plantilla. "El verdadero problema es que se han centrado en las ampliaciones y han abandonado las antiguas infraestructuras, la política que pretende seguir la Consejería es escandalosa".
Por otra parte, el secretario de UGT criticó la decisión de la Consejería de Transporte de aumentar la seguridad con 100 vigilantes: "debería incluir 100 trabajadores a la plantilla", afirmó.
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