www.diariocritico.com

OPINIÓN//Victor GIJÓN

Crispación

Crispación

martes 13 de marzo de 2007, 19:21h
El presidente del Parlamento, Miguel Ángel Palacio, llegó a creer que su bonhomía, su afabilidad en la dirección de los debates, le ponía a salvo de las críticas del PP. Craso error. Sólo hizo falta que, en cumplimiento de sus prerrogativas y por causa justificada --ha habido más ocasiones igualmente graves, pero no se actuó--, decidiera expulsar a un diputado del Grupo Popular, para que fuera acusado de falta de ecuanimidad.
El presidente del Parlamento, Miguel Ángel Palacio, llegó a creer que su bonhomía, su afabilidad en la dirección de los debates, le ponía a salvo de las críticas del PP. Craso error. Sólo hizo falta que, en cumplimiento de sus prerrogativas y por causa justificada --ha habido más ocasiones igualmente graves, pero no se actuó--, decidiera expulsar a un diputado del Grupo Popular, para que fuera acusado de falta de ecuanimidad.

Es lo que tiene dar alas a los camorristas. Permitir que diputadas insulten, descalifiquen, acusen sin pruebas y vilipendien sin que el presidente mueva un músculo por no echar aceite al fuego termina por convencer a los pirómanos de que todo les está permitido. En el clima de crispación montado por el PP lo de la tarde de ayer en el Parlamento de Cantabria es pecado venial.

Claro que incluso en esa escalada de crispación acusar a la consejera de Educación de utilizar a los niños en su viaje a Latinoamérica para promover acuerdos de colaboración en materia de Educación es pasarse de la raya. Fue esa intervención, del ex consejero Cagigas, la que provocó un enfrentamiento verbal entre el también ex consejero Fernández Fernández y el diputado socialista Guerrero.

Fernández Fernández no supo parar a tiempo y cuando el presidente Palacio le conminó a abandonar el hemiciclo respondió, como los bravucones de barra de bar, que ni con la Guardia Civil. No hizo falta tanto pero si media hora de suspensión del pleno para una reunión de urgencia de la Mesa y Junta de Portavoces en la que los dirigentes parlamentarios populares derramaron lágrimas de cocodrilo por la sanción a su conmilitón.

Y es que se creen con derecho a ejercer una oposición camorrista y provocadora. Por eso no se entiende que se les deje tanta libertad de actuación. Por ejemplo, admitiendo, para evitar, se dice, males mayores, que introduzcan en el Parlamento cuestiones que nada tienen que ver con la función que la Constitución y el Estatuto establece para los legislativos regionales. La reprobación pedida por el PP del presidente Zapatero y el ministro Rubalcaba por el ‘caso De Juana Chaos’ no debe llegar al pleno, porque no es competente en el asunto.

Pero si insisten y Palacio se lo permite a nadie debería extrañarle que el PSOE presentara una contramoción pidiendo la reprobación del líder de la oposición Mariano Rajoy por causas tan evidentes como la de mentir a los españoles (sobre el caso del etarra n prisión atenuada) o llevar a la calle y al debate político la lucha antiterrorista. (13 de marzo de 2007)
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios