Y no dejan de colear porque lo inmediato –al margen de que prosperen o no los recursos del Real Betis ante la sanción de cierre por tres partidos de su estadio que se le ha impuesto- es la reanudación de dicho encuentro, fijada desde el principio para el próximo día 20 en Getafe y a la que de momento no se había dado contestación hasta que, fijados los horarios ligueros para la jornada anterior a dicha reanudación, ocurre que Real Betis y Sevilla tienen que jugar en días distintos, el primero el sábado y el segundo el domingo por haber sido “elegido” por Canal +.
Ocurre que eso significa, a juicio del presidente sevillista, José María del Nido, y de cualquier otra persona que sepa contar, que el equipo supuestamente “castigado” por la justicia deportiva como propietario del estadio donde se produjo el deleznable incidente, se va a ver beneficiado por cuanto dispondrá de un día y unas horas (o una hora) más para descansar entre el compromiso liguero y el de Copa, que podrá preparar con más amplitud. Una diferencia que no parece mucha de no ser que, al reanudarse el choque el martes siguiente, los “castigados” como dueños del estadio “disfrutarán” de un cincuenta por ciento más de tiempo que los presuntos “inocentes” para hacer los deberes.
Podrían argumentar muchos que nadie tiene la culpa de que a estas alturas el Sevilla esté metido todavía en la UEFA, de la que tiene que disputar un choque importante esta semana, en la presunta lucha por el título de Liga, en la que es co-líder con el Barcelona, y en la propia Copa, cuyas semifinales aspira a alcanzar. Su presencia en la UEFA hace difícil que juegue el sábado su partido de Liga, porque no habría tiempo material para la recuperación. Y si tiene que jugar el domingo, se queda tan sólo a dos días del de Copa, mientras el Betis dispondrá de tres días entre estas dos últimas competiciones.
Algo todo ello que se antoja de difícil solución, tal vez porque debería haber sido la propia Federación la que tuviera en cuenta estas circunstancias, que pueden llevar a un equipo a abandonar sus aspiraciones en alguno de los tres campeonatos o a fracasar, de forma más o menos rotunda, en alguno de ellos. Todo gracias a la imprevisión o a la improvisación de quienes deberían tener en cuenta todas las incidencias que puedan rodear este tipo de cosas y que puedan terminar en una aplicación de justicia que perjudique y castigue más al presunto inocente que al presunto culpable.
Todo, sin contar que, como era de esperar, José María del Nido, máximo responsable del club blanco, anda pidiendo soluciones que él mismo considera que han de pasar porque los dos equipos disputen su partido de Liga el mismo día, el domingo, ya que la disputa de la UEFA no les deja a ellos jugar el sábado por las premuras y estrecheces de tiempo. Y desde el bando verdiblanco le piden que los deje en paz, lo que no hace sino agriar de nuevo un poco más el ambiente, ese mismo ambiente que Federación y Comités ¿pretendían? Enfriar con sus sanciones y decisiones.