Moratinos asegura que España está dispuesta a ayudar a EEUU con los presos de Guantánamo

Las malas relaciones entre la administración estadounidense y el gobierno español dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero han pasado este martes a mejor vida. La razón no es otra que la llegada al poder de Barack Obama y las ganas que tiene éste de que España vuelva a ser un aliado. Esa sensación es la que se ha desprendido de la reunión de treinta minutos que han mantenido en Washington los jefes de la diplomacia de ambos países, Hillary Clinton y Miguel Ángel Moratinos, y de la que los estadounidenses se han llevado ya el compromiso español de colaborar con el destino de los presos de la prisión de Guantánamo.

"Se abre una nueva etapa en las relaciones entre EEUU y España, en el sentido de tener un mayor compromiso de trabajar juntos, de reforzar las relaciones, de hacer de estas relaciones cada vez más fluidas, intensas y fructíferas", ha dicho el ministro español de Asuntos Exteriores tras su primera reunión con la secretaria de Estado de la Administración Obama. Toda una declaración que, hace unos meses, no podía distar más de la realidad como consecuencia de la inexistente relación entre George W. Bush y el presidente Zapatero.

Atrás han quedado esos recuerdos. Moratinos y Clinton han sentado las bases este martes para que EEUU vuelva a tener en cuenta a España de aquí en adelante en asuntos en los que el presidente Obama y su equipo diplomático sabe que el gobierno de Zapatero puede echarle una mano. En lo que se refiere a la OTAN, Oriente Próximo, Afganistán, Cuba y, sobre todo, Latinoamérica, EEUU quiere el apoyo español, además de en un tema clave para Obama: el cierre de Guantánamo.

"Me ha solicitado la ayuda y le he contestado que en principio España está dispuesta a colaborar y que ya nuestros equipos se pondrán en contacto para estudiarlo jurídicamente, caso por caso", ha explicado Moratinos sobre la petición que ha recibido por parte de Clinton para que España acoja a algunos de las personas que siguen encarceladas por crímenes de terrorismo en el limbo jurídico de Guantánamo, una cárcel que Obama quiere cerrar en un año.

Ése es quizás el primer precio que deba pagar España para volver a estar en la agenda de Estados Unidos, al que seguramente se sume el de un mayor envío de soldados a Afganistán, un conflicto cuyo fin es prioritario para Obama. En ese aspecto, Moratinos aseguró que, una vez EEUU haya redefinido su estrategia en el país asiático, cada aliado -como España- podrá de forma bilateral "aportar lo que considere que es un valor añadido" según cual sea su "cuota de responsabilidad".

Además, Moratinos podrá regresar a España con una buena noticia para Zapatero: tras años de espera, por fin podrá visitar la Casa Blanca sin necesidad de la mediación de terceros países. Según ha explicado el ministro, el presidente del Gobierno "será "muy bienvenido en la Casa Blanca, con el espíritu de querer visualizar e iniciar esa nueva etapa con España".