Una mujer al frente de la Policía
jueves 08 de marzo de 2007, 15:57h
La llegada de Daisy Tourné al Ministerio del Interior, que se concretó este Día Internacional de la Mujer, despierta al menos dos desafíos para la nueva secretaria de Estado del gobierno de Tabaré Vázquez. Primero, el inherente a esa cartera: comandar la seguridad pública. Y segundo el de ver por primera vez en la historia del país a una mujer en esa tarea.
La personalidad y la trayectoria política de esta dirigente del Partido Socialista, diputada durante tres Legislaturas, le valieron una extensa carta de crédito tanto del sistema político como de la ciudadanía. Es que Tourné ha estado permanentemente vinculada a los temas de seguridad, e incluso bajo su impulso se creó una comisión de seguridad ciudadana en el Parlamento.
Ella prometió una gestión que profundice lo ya hecho en el Ministerio desde la llegada del Frente Amplio al poder. Sin embargo, pese a las cifras que exhibe el gobierno para hablar de una reducción de los índices delictivos, la sensación de inseguridad es creciente en la población. En una de las primeras entrevistas que se le hicieron, la ministra dijo: “no soy marciana, sé que la gente tiene miedo”. Una de las claves de su gestión, entonces, estaría en el oído abierto a los planteos de la población y un fuerte acento en la profesionalización de la policía que aumente la efectividad en la represión.
Esto combinado con un compromiso que Tourné ha trazado por el desarme ciudadano y una mejora en las dantescas condiciones de reclusión que viven los presos en Uruguay.
No será una tarea fácil, sin dudas. Y la emprende una mujer. Ahí el doble desafío de Tourné en una sociedad afecta a hablar de igualdad de oportunidades pero que la practica muy poco. Sin duda, en los seguros contratiempos que enfrentará recibirá críticas que incluirán apelaciones a su condición de mujer. Pasa en el tránsito todos los días, cuanto más en un Ministerio que maneja la seguridad de las personas.
Los que la conocen no dudan que no le falta fuerza, convicción ni conocimiento para estar a la altura de la gran tarea que le encomendó Vázquez. Ojalá los hechos y la sociedad también lo estén.