La Prueba del 9 con Dusan Vaclav

Los primeros rayos de sol tras los temporales han traído la calma y las primeras citas del año en un campo de golf. En esta ocasión Dusan Vaclav nos recibe en su campo, Retamares, para jugar los primeros nueve hoyos. “Dusan” es un nombre que no tiene un significado concreto. Se puede decir que Dusè en checo significa “alma”, así que tiene cierta relación. Dusan es un hombre con alma de deportista. Portero de fútbol muchos años en Chequia, también ha jugado al hoceky y al tenis, y desde hace 15 años se dedica al golf con bastante devoción.

Con puntualidad checa, es decir, a la hora en punto, Vaclav estaba esperando en el tee del 1 con su bolsa a la espalda. “Me gusta llevar la bolsa porque así hago más ejercicio”, dice. Su afición por el golf le llegó tras una lesión en el hombro derecho. Tuvo que dejar el fútbol y comenzó con el golf. “El hombro no lo tengo al cien por cien pero no me molesta demasiado en mi swing”, dice. Y lo demuestra con golpes certeros. Sin embargo reconoce que “si algo se me da mejor eso es el putt”. En muchos días de lluvia y mal tiempo, Dusan practica en casa en una de esas alfombras y realmente eso da su fruto.

Su trabajo en la farmacéutica no le deja demasiado tiempo para jugar y aprovecha los fines de semana. Su club, Retamares, le gusta cada vez más. “Los dueños están haciendo un gran esfuerzo por dejarlo muy bonito”, y lo dice mirando a la sierra de Madrid nevada, desde la atalaya de uno de sus hoyos. Las vistas son magníficas y eso se traduce en el juego, a pesar de un viento bastante fuerte. Dusan comenzó a jugar en 1994 en Praga, justo después de haber pasado unos años en España. El golf en la República Checa ha dado un salto de calidad, con varios campos cerca de balnearios que cuando son descritos por Dusan dan ganas de cogerse un avión y de irse para allá. Campos entre bosques como Konopiste Golf, con un castillo restaurado, el Karlsten, donde la Casa Club también es un castillo del siglo XIV, o el Marianske Lazne, con más de 100 años de historia y el único de Europa con el título de Real otorgado por la reina de Inglaterra.

Cuando regresó a España en 2003 buscó desesperadamente un campo, también para sus dos hijos, que querían jugar. El mayor, Peter, con handicap 2, es un auténtico maestro y ahora estudia en Gran Bretaña márketing, mientras que María, la pequeña, está en el bachillerato en Praga. Ambos viene a Madrid de vez en cuando y aprovechan para jugar en Retamares. A Dusan también le agrada el Race y el Club de Campo y reconoce que en Madrid hay buenos recorridos, aunque es complicado jugar en fin de semana.

No está acostumbrado, y eso que en Chequia ya hay 80 campos y la Federación cuenta con decenas de miles de aficionados que ya desde niños aprenden a jugar. Dusan ha estado muchos años en una de las Escuelas donde se esmeran en enseñar las reglas. “El golf ayuda mucho a los niños”, comenta. Ahora el reclamo turístico manda y los esfuerzos por la Oficina de Turismo Checa se empiezan a notar. De hecho el año pasado ya recibieron el premio al mejor destino por descubrir en la International Golf Travel Market.

De “vuelta a casa”, durante el juego, Dusan recuerda numerosas anécdotas de partidos que ha jugado en Tenerife o en el propio Retamares. Es un checo al que le gusta charlar y entablar amistades con ayuda del golf. “A veces, aunque no estés jugando bien, pasas una tarde agradable”, reconoce. Hablando del trabajo y de la crisis, el sector farmacéutico se está librando un poco de todo esto “porque es un sector que sufre menos”, dice. Aún así las cuentas de resultados merman y hay que estar atento.

Hablando de golf, además del putt, Dusan es amigo de las maderas, y eso que “al principio, los tres primeros  años de jugador las dejaba en casa porque la bola se iba muy desviada. Ahora hay que tenerlas para mantener el handicap”. Dusan está en 14, pero como la mayoría, no cumple. La próxima prueba del 9 con este checo es probable que sea en Praga, eso sí, con una buena cerveza de por medio.