Se trata de un acontecimiento sin precedentes y la expectación supera a cualquier otro precedente reciente Pondrá a prueba los recursos de los servicios de transporte, de seguridad y, por supuesto, los de hostelería y restauración.
Todo lo que está prohibido
Cerca de 42.000 agentes de las fuerzas de seguridad, incluidos 10.000 soldados de la Guardia Nacional, permanecen desplegados en la capital estadounidense desde el viernes. El centro de Washington, un área de 5,6 kilómetros cuadrados, quedará cerrado a cal y canto al tráfico después del mediodía. Además, para salvaguardar la vida del nuevo presidente, incluso habrá muchos litros de sangre válidos para
Obama, en caso de atentado.
Quienes deseen entrar en las áreas acotadas tendrán que hacerlo a través de puestos de control y someterse a un exhaustivo registro. Están prohibidas las bolsas que no tengan un tamaño muy reducido, los paraguas y las sillas de ruedas, algo que afecta a todos los discapacitados.
'Hussein' Obama
En su discurso de investidura, y tal y como adelantó él mismo, jurará su cargo pronunciando su nombre completo,
Barack Hussein Obama, sobre la misma Biblia que utilizó
Abraham Lincoln en 1861. Su segundo nombre ha desatado alguna controversia sobre su idoneidad, ya que la población de EEUU tiene sentimientos encontrados con el mundo musulmán tras el 11-S y en especial, por clara referencia al antiguo enemigo
Sadam Hussein.
Será entonces el momento en que el nuevo presidente pronuncie su discurso de investidura, del que poco se conoce salvo que ha sido escrito por un joven de 27 años que se llama
Jon Favreau.