El Sevilla ya ha presentado oficialmente su candidatura al título de Liga. De momento, tras derrotar al Barça este sábado en el Sánchez Pizjuán, remontando un gol de Ronaldinho (min.13), que luego falló un penalti decisivo, porque pudo ser el 0-2 y la sentencia. Pero Kerzhakov (min.38) y Alves (min.60) dieron la vuelta al resultado y pusieron a su equipo líder.
Por su parte el Valencia se impuso, con un solitario tanto de Fernando Morientes, al Celta de Vigo, en un encuentro aburrido, en el que los vigueses pusieron el juego e hicieron meritos suficientes para conseguir un empate, pero se toparon con un inspiradísimo Cañizares, y los locales pusieron la dinamita, en el encuentro que abría la vigesimoquinta jornada de Primera División.
Los de Quique Sánchez Flores entraron al partido motivados, sabedores que el resultado del encuentro entre FC Barcelona y Sevilla podría resultarles muy beneficioso. Sin embargo la gasolina les duró lo que a Vicente, que reaparecía hoy, su estado de gracia.
Los minutos pasaban y el partido cada vez se hacía más aburrido. Los locales querían salir a la contra, como en ellos es habitual, sin embargo ni se producían robos de balón, ni los mediocentros ni extremos eran capaces de generar jugadas para sus delanteros.
Un intento de vaselina por parte de Villa y una ocasión de Angulo, aprovechando un error de Pablo García, fueron los únicos avales, de un equipo que quiere pelear por la Liga, en cuarenta y cinco minutos, motivo suficiente para que buena parte de Mestalla pitara a su equipo cuando sus jugadores alcanzaban el túnel de vestuarios.
En la reanudación, los de Fernando Vázquez tomaron el mando del encuentro y los locales comenzaron a tambalearse. El gol rondaba la portería de Cañizares que tuvo que emplearse a fondo a disparos de Baiano y Cannobio.
Instantes después Nené volvió a perdonar y como el que perdona lo paga, ésta no fue una excepción. En la jugada siguiente Fernando Morientes consiguió el tanto de la victoria, décimo en su cuenta personal, tras rematar, de forma impecable, en el área y con la derecha, un centro de Hugo Viana.
El Valencia ya tenía lo que quería, justo en el momento que peor lo pasaba, el marcador a favor para salir a la contra. Más fue el Celta que continuó mandando en el partido, aunque sin suerte, y es que Cañizares se convertiría en uno de los héroes del partido tras salvar, además, en el último minuto a su equipo, merced a una gran parada a cabezazo de Fernando Baiano.
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