La empresa General Motors (GM) y el sindicato de mecánicos de Argentina (SMATA) pusieron fin hoy a un conflicto iniciado en octubre pasado, cuando la multinacional estadounidense resolvió despedir a más de 400 trabajadores, informaron fuentes oficiales.
Las partes convinieron en que se mantendrá "el total de la dotación del personal de la compañía sin recurrir a despido alguno", informó el Ministerio de Trabajo.
El conflicto comenzó el 17 de octubre, cuando General Motors resolvió despedir a 435 trabajadores, aunque poco después redujo la cantidad de cesados a 160.
La compañía adujo que sus exportaciones se han reducido en un 30 por ciento como consecuencia de la crisis financiera global, situación que ha llevado a otras multinacionales instaladas en el país a cesar trabajadores contratados y suspender o anticipar las vacaciones de los que tienen en plantilla permanente.
El sindicato de mecánicos, que ha hecho huelgas parciales y movilizaciones a raíz de este conflicto, reclamó que General Motors aplicara suspensiones rotativas entre los 2.000 trabajadores de la empresa en vez de optar por los despidos. EFE