Las elecciones municipales se acercan y en CiU no las tienen todas consigo. El líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, ha puesto la venda antes de la herida. Ha reconocido que su federación bajará en número de concejales y alcaldes. Como buen político ha matizado luego, afirmando que es normal que baje porque su posición actual es insuperable.
En concreto, CiU teme por su plaza fuerte: Tarragona en la que el alcalde saliente, Joan Miquel Nadal, no se presenta y el sustituto, Joan Aregio es poco conocido. Las posibilidades en las grandes ciudades para CiU siguen siendo bajas y, ERC, con su posición gubernamental le siega la hierba en los pequeños municipios rurales donde existe una gran dependencia de los fondos de la Generalitat para realizar grandes proyectos.