El presunto terrorista Abdelmajid El Faldual El Akil reconoció hoy ante la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, que juzga los atentados del 11-M haberle comprado a Jamal Ahmidan, "El Chino", uno de los terroristas que se suicidaron en Leganés. En el coche se encontraron restos de explosivo usado en los atentados.
En la alfombrilla del maletero del Golf se detectaron posteriormente restos de explosivos lo que podría indicar que fue el vehículo utilizado para el transporte de dinamita desde Asturias a Madrid. No obstante, el acusado negó conocer la procedencia de estos restos y se limitó a señalar que Ahmidan había utilizado el coche para "sus cosas" en el pasado. Dijo además que si hubiera utilizado el maletero para esos fines "hubiera comprado una alfombrilla nueva".
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, El Fadual intervino en las labores de acondicionamiento de la finca de Morata de Tajuña donde se almacenaron los explosivos utilizados en los atentados y envió a una persona de su confianza, Otman El Ghanoui, para ayudar en las obras de reforma de la casa. Le acusa también de facilitar documentación falsa a Ahmidan y de colaborar en la financiación de la célula a través del tráfico de drogas. Está acusado del delito de pertenencia a organización terrorista para el que la fiscal Olga Sánchez solicita un total de 12 años de prisión.
Por otra parte reconoció que el día en que se produjeron los atentados recibió una llamada de otro de los procesados Mohamed Slimane que se realizó a través de un móvil desde la vivienda de Morata de Tajuña. Explicó que éste se puso en contacto con él para preguntarle si tenía el teléfono de Jamal Ahmidan. En cuanto a las más de 100 llamadas que intercambiaron entre enero y febrero de 2004 el acusado y "El Chino", indicó que no llamó "tanto" y que si recibía llamadas de Ahmidan estaban relacionadas con problemas relacionados con el coche que había adquirido. "
Aglif condena los atentados
Por su parte, el presunto integrante del grupo terrorista del 11-M Rachif Aglif, alias "El Conejo", a quien la Fiscalía considera "hombre de confianza" de "El Chino" ha asegurado que no le molestó enterarse que su amigo Rafa Zouhier era confidente de la Policía. "Pero me hubiera gustado que hubieran detenido a esa gente y no hubiera pasado lo que pasó", añadió.
"El Conejo" añadió posteriormente, a preguntas de su abogado defensor, Andrea Chalaris, que condena los atentados "rotundamente". "Condeno la barbaridad que ha hecho esta gente, no tiene perdón ni aquí ni en el cielo ni en ningún sitio", dijo.
A preguntas del abogado de Zouhier, Antonio Alberca, describió a éste como "un fiestero desde siempre" e indicó que no cumplía con los preceptos del Islam. Precisó, además, que su amigo tenía "varias novias" y sabía que una de ellas estaba enfadada por problemas de infidelidad. Zouhier, que fue expulsado "temporalmente" de la sala a causa de sus contínuos aspavientos durante la declaración de Aglif, ocupó de nuevo su lugar en el habitáculo desde el que los acusados siguen la vista al regreso de un receso de 20 minutos.